viernes, 16 de noviembre de 2012

Mortal y rosa I

Mortal y rosa, arranca espeso. Umbral se despierta y glosa. Las temáticas se suceden en torno al paisaje de su cuerpo. Un viaje somático, errático: los sueños, el pelo, la blanca piel, el esqueleto, las manos, la calavera, el antropoide, hasta llegar al niño, a Pincho. Es un inicio ascendente, las primeras hojas no son un atractivo felpudo, pero consigue despegar y tocar cielo en esa poética hablando del niño con la que cualquier madre rompería a llorar al leer. Mortal y rosa es un libro puro lírico de Umbral, fraterno de Carta a mi mujer o Un ser de lejanías. Pero es una prosa que se inflama a poema durante párrafos sin avisar y retorna a la tranquilidad y la templada prosa posándose de nuevo, como un texto que jadea.

Este libro es un mosaico. Ora un retrato de una criada, ora una evocación de un viaje al cantábrico, transido del primer zarpazo melancólico de la tragedia que se avecina. También la atmósfera que rodeaba al primer cuadro que le impresionó, de niño en la sacristía, una fuente de imaginación y vida que era el turbión coleante en un entorno eclesial fenecido y vacuo. Luego, una sensacional evocación de las pensiones por las que bregó su carrera, es el pasadizo que conduce a una cima de su carrera. Pocas veces se da un Umbral zen, revelador en lo filosófico, y no en lo lírico, o adjetival. Su disgresión sobre el sexo, como emerge esta realidad humana esquinada y preponderante al mismo tiempo, vergüenza y bandera, es magistral. El fundamento de la vida es el sexo, Umbral es parafreudiano, acertando y clavando todo lo errado de Freud, porque Freud es el intelectual donde todo está errado, la gran teoría de la humanidad que acaba publicada en prensa rosa. Todo está preñado de sexo pero debe salir líricamente, con naturalidad. El sexo tiñe todas las conductas humanas, y Umbral se abre de brazos y se deja poseer por ese torrente delicado que no necesita tráfico, códigos, semáforos ni diques, sólo necesita una fina cañada humana por la que vertirse y circular implacable y lentamente.
Mosaico irregular. Arranques de escritura diversos. Artículos mezclados y consecutivos. Recortes. Recopilación. (continuará)

No hay comentarios: