jueves, 30 de abril de 2009

Insomnio cubano

6 de la mañana again, es posible que se haya calado un insomnio, pero lo que sí es certero es que me vengo por la pata abajo, gajes de los países si no tomas todo embotellado.
El día ayer acabó tranquilete, cena con un contacto periodista de Eduardo en un paaladar, una cabezadita en un club de jazz (no sé por qué no cantan), y para casa porque mi cuerpo se dormía por mucho que la cabeza siguiera activa.
Ayer empecé a maquinar una salida de la Habana, de hecho está prevista para el sábado después del desfile multitudinario del 1 de mayo cubano, pero la naturaleza tropical que tanto me gusta se asoma en mi imaginario, expresando algún deseo más fuerte de aprovechar este viaje de 8 mil kilómetros de otra manera. A veces el monólogo fidel-comunismo-pobreza es una espiral de la que uno no sale a menos que se vaya a un cayo de esos, especie de isla desierta unida por una fina carretera que es una calle en medio del mar. Vamos, yo me iría a uno de esos, tanto zascandilear, fisgonear, mezclarse con el pueblo, en este país cuyo sueldo medio oficial son unos 15 euros...
Aún no estamos ni en el ecuador del viaje, estoy en un período de dejadez y calma, Ed lo llamaría sedimentación. Él sigue recopilando y recolectando material, entra aquí, sale allí, es un curioso del mundo, con una filia para el detalle. Yo me monto en sus aventuras iniciadas y aporto algo de catalización de ellas, como una quinta marcha que a él le cuesta más sacar. Una especie de gregarios o gregorios de lujo. No se descarta algún viaje a Guinea Ecuatorial, más que a Konakry o Bissau, jeje, y aprovechar el pasado español. Eduardo es el compañero ideal para aquellos viajes que son una bisagra de la experiencia, Filipinas, Argentina, Kazastán... aquellos donde uno necesita meter la nariz, su sociabilidad y olfato en uno, complementan mi timidez y filosophia galopantes. Y si vamos con más gente, mejor claro.
Lo más sano y empático con él es que nos descojonamos mucho, los dos intelectualillos han podido conectar en el otro polo de la experiencia entre colegas, el de la jocosidad, bromuelas, etc, muy importante para lubricar nuestras visiones nazis de las cosas. A partir de ahora llamaré nazi a aquellos aspectos fundamentalistas de las personas, aquellas ideas que afirmamos en exceso y no nos abrimos a criticar, que las hay y cada uno las tiene. A mí cuando no afinan con el tema depresión o alucinógenos, me encuentran, igual que un cenizo del Barça que no atiende a razones. ¿Os atrevéis a definir los vuestros ehh?
El insomnio es más llevadero con vosotros, bueno, ponedle una -as. Hoy parece que el post se duerme aquí, agazapado ante 18 horas por delante. Tarde o temprano volverá la intensidad, el dragón dormido, quizás hasta me pongo a hacer deporte, cosa que no hago desde el siglo XX.
Un beso a todas, haced la cama, abrid las ventanas y no penséis en Bush hasta las 8, jejeje

Abulia

Fatiga. Abulia. Soledad. ¿Cuál de las 3 será? Si de algo me ha servido este viaje, y la compañía de Eduardín, ha sido para afinar. En especial afinar mi sumidero propio, la explicación más precisa de cuál es mi defecto más grueso.
Y tiene que ver con la abulia. Tengo un problema de voluntad. La voluntad, como todo en nuestro universo, está en el cerebro. Vayan los voluntaristas a manuales de neurología para ver la cantidad de enfermedades relacionadas con la voluntad. Problemas de inicio de conductas, compulsiones repetitivas que no se desenganchan de un acto, etecé etecé
Yo de por si ya soy inhibido, como ya dije un día, un tímido es cierto error cósmico que está torcido hacia adentro. Muchas veces veo el mundo pasar y no intervengo, por eso en parte pienso tanto, he sido hiperreflexivo. Si alguien toma un pastel de marihuana conmigo, verá lo que es una tormenta de ideas con granizo, ranas y peces cayendo de arriba. Un aguacero.
Me faltan esos apéndices sociales por los cuales la gente se engancha con el mundo, meros bultos a veces, pero un relieve incómodo para el pensamiento y el aislamiento. Mi aerodinámica social es lisa y plana, no rueda ni entiende de viento.
Bueno, leyendo mi blog ya se ve que mis ideas más que peregrinas son herejes de casi todo.
Como al que se le atrofian las braquias, me he vuelto menos anfibio, y he sido artrópodo profesional de lo personal y pez ocasional de lo social.
Todo esto te hace tornarte un poco abúlico, te resta voluntad. Cómo definir la voluntad... esa especie de embrague, de suave explote palomitero, que enciende un cambio de marchas invisible. Casi no tengo un pelo de impulsivo. Ahora soy más volcánico, sísmico si hace falta, pero viene de adentro. Pero moverme socialmente para pequeñas cosas como que es mi problema.
Bueno, lo ha sido. Hay una persona complementaria, poco terremoto, ya lo es la hija, pero movida e impulsiva como algo que no se me ocurre pero que se mueve mucho, jee.
Aquí en Cuba también he recibido una terapia de espontaniedad y fortuismo. El amigo Ed ha aportado centrifuguismo y yo centripetismo también.
Pero he encontrado ese tipo de palabra, lo abúlico, que tantas llaves abren y tan escondidas están. Los límites de uno mismo más que límites son grutas en el cogote.
Aunque fatiga hoy también. Hace un sol de ministerio de justicia, sigo parcialmente insomne, no coincido con horarios con el náufrago. La deriva del día post-Habana (aunque sigo en ella) se solventa al tener una familia. Me invitan a la mesa tito Nasario y tito Roberto, la amiga Diosgracias y la cabeza de familia. Las 16:30 en Cuba, 22:30 en Cataluña, Europa, jeje, un guiño nacionalista. No tengo ni idea de como se apagará el día, si caerá tranquilo y evocando cierta abulia del pasado, o se inflamará con alguna bola de billar de las que chocan por aquí.
Pero abulia sí, apatía nunca, a-pathos never, que quede claro.

miércoles, 29 de abril de 2009

Carta a las impresentables Mónica, Carmen y Bárbara

Caray aquí sí que acabaría siendo escritor, otra vez despierto a las 6 de la mañana, y con una media de 4-5 horas de dormidera diaria, como si un proustismo en mí, afección psicosomática, hiciera robarle al día barcelonés 2-3 de las horitas de sueño, para así aparecer esta faceta escritora constante. -Os habéis fijado como es de difícil a veces leerme?
A causa de las ideas sí, surgen caminos abstrusos. Pero tampoco soy un escribecosas destacadamente limpio, de redacción impoluta, a lo que aparte de caminos tortuosillos y desfiladeros emocionales, se pueblan de arbustos lingüísticos, con bayas que despistan y alguna que otra espina escondidita. Total, pistas sólo para excursionistas sí, cribadas, con cierto nazismo de la papanatada de salón.
Conocéis a mucha gente con veneno? No hablo de minucias, sino de un aspecto veramente demoníaco en la gente, con capacidad homicida, así de fuerte. Espero que no os parezca que yo soy una cobra en ese sentido, porque mi piel dista mucho de esa aspereza constitutiva, y suelo ser cordero. Pero soy un cordero venenoso. Si alguien me busca el veneno me lo encuentra, y como todo veneno, tiene su vertiente letal y necesitada de antídoto.
El veneno de la gente de bien, buen tema para debatir... [en la II República faltó ese veneno humano para predefenderse de la horda demoníaca y de voz atiplada -jeje, un antidemonio o demonio lúdico- que apareció después].
Ayer descubrí las vacaciones dentro de un viaje. Cuando, tras sólo 4 días de zascandileo cognitivo, la cabeza pide un receso y te manda a un hotel occidental para navegar por internet, ver el Barça-Chelsea y hacer vida de adolescente occidental un buen rato. De hecho, los humores con Eduardo, nuestra intrepidez, y nuestra buena dosis de superficialidad permiten ir trotando con este universo extraño. Tampoco hay que ir de exploradores románticos de lo humano en este blog, como a veces parece que sólo expreso. El que habla es un tipo normal, hijo de vecina, con perro, veneno, pajillas, aire acondicionado y todo lo demás.
Los humanos tampoco paramos de juzgarnos constantemente. El juzgar es un acto breve que consiste en sentenciar la parcialidad del otro. El insulto es una caricatura del juicio, todavía más esquematica. Carmen diría que el amor es tomarse todo el tiempo del mundo en conocer y valorar al otro, y yo le digo -que sí, así es. Por eso digo que los humanos estamos tan mal hechos, porque sólo amamos a uno/a así, y a veces hasta ha de ser guapo/a, o que aprenda a dejar el tubo de la pasta de dientes cerrada.
Mami Zenaida me cuenta su vida por las mañanas, con esa voz flojita, continua e inalterable, toda una frecuencia de radio en sí misma. Y demuestra que ella toda también es inalterable, en toda la profundidad del término. Me habla de las relaciones que ha tenido, y a sus 60 años, con su conservadurismo para otras cosas a flor de piel, en el tema del amor en pareja supera a mucha gente que tenemos 30 o 20 años. Parece asumir la caducidad de las parejas, más diría yo, la caducidad de toda pareja. El "para toda la vida", ese querer un poco gula, ella parece haber aprendido que hasta la biología afectiva entre dos hace tal extensión temporal más que improbable e imposible. Como Joaquín Sabina en su biografía, en este caso un crápula ejemplar y genialoide, se asume el inicio y el fin de una relación de 12, 8, 15 años. Una carrera de medio fondo, con hijos incluso, nacida cercana a la estepa de los 30, con todo su sentido y amor entregado, un casamiento y proyecto común de vida en toda regla, pero con su finitud y paso, paso de trasatlántico inmenso, de esos que cojemos 2 o 3 en la vida. Aparte vivir con un "para toda la vida" tan claro y lacrado, resta mucha audiencia y emoción a la película, si no que se lo digan a los miles de parejas que se están separando en el mundo a lo largo de los párrafos de este post.
Así de joven es mami Zenaida en el inicio de su tercera edad, admirable.
Uno no quiere estar en una relación y pensar que no es para toda la vida, como uno no quiere vivir y tenir que morirse. Pero mi abuelita me decía que tenía ganas de dormir, de descansar, y me lo decía no como un cuento a un joven adolescente, sino existencialmente, en un heideggerianismo espontáneo de abuelita entrañable de toda la vida. Me imagino que llega un momento a las cosas donde ya no se puede vivir más, donde toda la potencialidad ha sido desplegada, y uno siente que aquello se puede morir en paz, porque parece que la paz sólo llega cuando todo está hecho. Larga vida a toda la historia pendiente, y viva el místico que en toda limitación humana ve la alegría de saber que todavía queda mucho programa por ver, entonces a este mundo le quedan milenios y milenios de historia pendiente. Espero que algún gusano nos la cuente, jajaja.
¿Y cómo es Mónica? Mónica es una delgada criatura, de esas fibrada por las inquietudes y los nervios. Una madre heroica de las que dan ejemplo y son 24 horas madre, en esta versión post-franquista de nuestras madres amas de casa y de la supervivencia de la familia, madres con padres esculpidos en un taller de hielo, en su caso no les quedaba hielo y se pasaron con el serrín. También tiene el ejército más letal para conquistar el corazón de los otros, un continuo asedio de ejemplaridad en su conducta, un 9.999 gimnástico que le sale, día sí día también en no-quejas de quien comparte su vida, un historial intachable crónico de todo lo que el otro puede pedir, una capacidad de amar de gota malaya :). No como yo que me olvido hasta de la rosa de Sant Jordi (alego que me fui el día 23 a las 8:30 h de casa, pero otro la hubiese comprado el día antes lo sé). Y sí, y también tiene sus defectos, y hasta ronca, jeje, pero mira que casualmente con ella he sido feliz, y encima aporta una niña que parece haber sido tocada con una varita mágica.
Me doy cuenta que estoy haciendo el post hablando con 3 personas (los títulos casi siempre los pongo a posteriori), que ya saben muy bien ellas quienes son, ángeles de Charlie. Nunca he creído en la literatura universal, y sí en la literatura íntima entre unos pocos. Escribir, como todo acto en la vida, tiene su sentido en un ámbito abarcable, íntimo, reducido. Escribir para todo el mundo no tiene sentido, nadie lo hace, y muchos de los que lo hacen buscan la gloria. La gloria? la de los cielos? la de la posteridad? por favor, tienen glorias menos abstractas? Dudo que un escritor universal haya sido feliz, es más, tito Hemingway se pegó un buen tiraco en la sien. Así, que Mónica, Carmen, Bárbara, qué me contáis? ... en esta obra epistolar entre 4 jovenzuelos, el Círculo de Levante (por geografía)...
No sé, también imagino que escribimos en escaparate bloguero para ver si se unen otros, tenemos la puerta del vagón abierta, asi que un abrazo fuerte a todos!

martes, 28 de abril de 2009

A lrico post (ojo que este es el mejor post de este blog)

Sigo con un jet lag que ya es otra cosa.
Leo mi post al revés como hizo Carmen, y también me relaja.
Anoche confieso a Edu a las 12 en el Malecón que -"hoy estoy cansado y molesto por vivir tanto", por ser ayer un día demasiado rico y abundante, un empacho de experiencia en vena, que también existen digo yo tras sentirlo ayer. Quizás fue el día más intenso de mi vida, tan intenso que no había extensión para él y no cabía. Tan vivido que daría para escribir un libro él solo. "el día que viví por 60 días otros en la Habana". Maravillosa en-fermedad.
Joder, este viaje balneario de la experiencia, es más serio de lo que parece. Estoy feliz de nuevo (esa alegría que costará quitarse aunque te laves) por haber macerado este viaje hace años, por haber venido a este lugar de los hechos -recordemos repleto de cochambre, suciedad y ruina- y sentir que he conseguido algo.
-"Es que Edu, han pasado 4 días y ya hemos conseguido lo que buscábamos", -"pues sí, la verdad es que sí". Qué aplicados los dos escritores en ciernes, los dos hijos de vecino que se mezclan con el mundo eligiendo paradójicamente y sin bajeza de miras, estos dos locos que se meten en casas, bares y calles que serían el horror y pánico de una madre occidental, departiendo y tomando con pequeños miserables con pistolas en la faja del pantalón, observando el negocio del sexo desde su Carrefour gigante, haciéndose personajes de Centro Habana, pequeños referentes en el imperio de la Sordidez.
Esto es sórdido amigos, mucho. Hace dos años no aguanté pasear por una de estas calles, un impedimento tan fuerte como una intolerancia a la lactosa. Ha sido un taller de dos años, en el taller de la vida, preparándose en paralelo, con el piloto automático de la filia a la sofía.
La naturaleza, incluida nuestra genial y graciosa y lamentable especie, es una continua doma del caos. Aquí el caos a veces pesa, se filtra en nuestro aparato anti-caos de 15 años, porque llevamos 15 años perfeccionando ese aparato anti-caos en nuestras vidas exorbitales, que reconozco que otras geneten tienen un aparato así no inagurado o de solo tristes días desarrollado. Poca gente quiere caos en sus vidas, parece que a nosotros nos gusta en tostada, mantequilla y mermelada cada mañana. Réten me al caos, salgo bien, les doy una garantía de 5 años.
Pues eso, aquí el caos hierve en cada esquina, porque recordemos que los ejes han sufrido una traslación en Cuba, y eso no se trae en una maleta.
Hay que venir a Cuba a joderse la vida un rato y remedársela, es un gimnasio de la felicidad, y los resultados valen franca o fidelmente la pena. Fidel, mi sociópata de hace 2 años, parece empezar a tener algo de no-monstruo aniquilapaíses. El chicle del maná, lo extendió a toda la gente... vamos a hacer que no haya ningún pobre ok, pero en el intento quedaron absolutamente todos pobres. O sea, vamos a garantizar que no exista esa bolsa de la parte de abajo en que la gente se muere en la calle, de hambre, de enfermedad, sin techo, drogada... Pero el precio de ello ha sido darse cuenta que estirando ese chicle de provisiones a todos, el chicle era tan poco, que ahora todos somos muy pobres. En Cuba todo el mundo sobrevive, he aquí la conclusión de todo esto. Sobrevive, todos, a la vez, no hay más.
Cierto es que a EEUU le gusta ver de cerca en la otra orilla y esperar como los cubanos agonizan los días, como aquel que morboso ve un accidente de tráfico desde la otra acera. Y tú me faltas, yo te embargo, o sea, no a ti, a todos los de las calles, que no es que tengan mucho que ver con el capricho comunista, y os jodéis todos.
Ah sí, dice el otro, pues chincha y rechincha y yo aguanto, a orgullo no me gana nadie en la Historia. Ah vale, pues, ah vale.
Gran coreografía del síndrome de Down político. Ojalá guarden bien el córtex de Fideles y Bushes para donarlo a un buen forense neurológico, y lo digo en serio, quiero un libro de anatomopatología de su lóbulo frontal, quiero saber medidas y características de su córtex orbitofrontal, ha de haber algo seguro, una tara congénita que lo explique todo. No se puede ser tan anormal.
Joé, y así, con ese patrón de fisiología cortical, se podría hacer un análisis estándar a la clase política y poner un patrón de descartes. Aznar así ya sería un caso distante pero aproximado de demencia política, Zapatero llegado a un nivel equix de neurotransmisor, tendría que dejar el poder. Una herramienta objetiva que permita echar tanta mierda que se apunta a delegado de clase. Gente como Trueba, o Rubianes, darían patrones opuestos a Fideles y Bushes, y nos atreveríamos a ponerlos en el poder con esta indicación, y ellos seguirían bebiendo, creando, yendo a burdeles si es preciso, pero proponiendo lúcidas y honradas soluciones a su comunidad.
Ah, y partido político y pandilla retorna sobre lo que mencioné el otro día.
Los rumanos son esos asquerosos por un lado, de marca gitano non plus ultra, pero como todo pueblo loable y respetable del cual aprender, subieron al estrado una tarde, se encaramaron, y destriparon a Ceaucescu a cuchillazos. O sea, lo que todo cubano ensueña unas cuantas veces en su vida. La orgía de justicia hecha por las manos del pueblo.
Ayer Eduardo tocaba Entre dos aguas mestizándose con un músico cubano en el restaurante Prado 12. Existe video de ello y no tiene pérdida. Un buen antiejemplo de todo lo mencionado anteriormente. La fraternidad por el arte entre desconocidos, aportando soluciones a los que miran. El trabajo en común, prostitución conjunta, del fornicio de las ideas y artes de más de uno. Faringitis, angina de pecho, cefalea, psoriasis ulcerosa, y síndrome de Fidel, así tendría que venir el libro de manuales de medicina cubana. Todo cubano ha contraído esa enfermedad, como todo español contrajo en forma Plural, la enfermedad de Francisquito. De algo tenemos que morir. Algún virus asqueroso también debe ser causado por la especie humana, y no sólo la Bacilococus. Algun monstruo desgraciado y deforme psíquicamente también debe parir una especie de Virgen Negra humana. Fidel, Hitler, Franco, vaya tres centrales del equipo de la sociopatía. Y ojo a Corea del Norte, allí el tío ese está muy pero que muy enfermo, ojo botones rojos. Por eso EEUU no es el demonio, no está tan mal tener un hermano mayor fortachón e inculto que es feliz creyendo que salva al mundo, ese síndrome Superman, sí sirve para el Kim-Yo-Ping o como se diga, para Mamud el moro de Mortadelo, y todo ese coro de dragones letales. Es muy de súperhéroes, pero los grandes hijos de puta son capaces de estrellar dos aviones en pleno corazón de Nueva York. Yo al menos, los ficharía para acabar la agonía de una suegra hipotética en un momento dado.
Hoy posiblemente vayamos a tomar unos rones con el MISMÍSIMO Pedro Juan Gutiérrez, para que os deis una idea del cumplimiento de todas las cosas.
Y estoy feliz, feliz por haber elegido a la persona más valiente, MCV.

lunes, 27 de abril de 2009

4/4 El puto amor o el amor puto (sólo son palabras)

Ayyyy, el amor, cómo llena la boca, vaya masilla en cuanto mecanismo psicológico para tapar lo que sea. El amor se hace yo creo, sí se dice en la adolescencia, de la ontogenia y la perenne, y no se "hace" con el apéndice masculino y la concavidad pilosa femenina.
Llamar a copular, el coito, concretamente "hacer el amor", es uno o el más hipertrofiado eufemismo histórico de calle. Que sí hombre, que sí, que vivimos con dos mil años de teología cristiana en vena, y no tendremos nada que ver en décadas futuras cuando lo laico emerja de verdad.

- El imperio de lo correcto, eso es/fue el cristianismo.-
- La puta es la media naranja famosa del hombre, como puto que es- veáse su desarrollo sugestivo antropológico, y no su literalidad.-
- Literalidad, literas, liturgias, literatura. La letra frita. La fritanga de la letra.-
(Póximamente en sus kioscos)

Pues eso, acabo mi filípica a los cubanos, en este largo post levanta-ampollas, recordando que aquello que se ama, romántica y pachucamente hablando, es aquello que nos hace sentir esas sensaciones tan inolvidables para nuestro ego, aquello cuya compañía es tan preciada (prec-iada) y Necesaria, aquello (táchenlo)- aquella, Persona, homo sapiens (me lo aceptan?), que "sin él/ella no podríamos vivir". ¿Se puede ser más egoísta? ¿Hace falta que despleguemos un mantel de decoro (el sexo blablabla...) para disimular este banquete del ego? ¿Se puede tener más necesidad? ¿Se puede hacer objeto más a una persona, que con esta totemización y elevación al deseo del fenotipo, sí del fenotipo, del otro?
¿No ven ustedes la gran patraña de todo?

Ojo, se puede amar, faltaría más, pero con esa conciencia y ese equilibrio llamando a las cosas por su nombre. Hablando de la admiración hacia el ser amado-necesitado, de la necesaria afinidad entre dos para que la cosa dure, de lo relativo del sexo o intercambio de placer de tipología carnal mutua, con todo el arte y la poesía del mundo, y ojalá que más que el burdo nivel de la masa parejil, pero no mercantilizando con la belleza y lo carnal y luego lavarse la cara en el amor. Una jinetera o puta seguro que sabe amar mucho más que cualquier tiparraca moldeada en un Zara cualquiera enseñando pechamen y marcando culo, que sigue andando en la calle como en una pasarela y no como una persona, y que luego profesa la fe del amor llenaboca. Qué triste reducto milenario de una tradición cobarde y piadosa (y jo si que ha salido nietzscheano el texto y la mañana).
Ala, de Alto Serro voy para Matané, llego a puerto y para Mayarí.

La puta del amor europea 3/4

En la comercialización del acto sexual hay un moralismo arancelario post-cristiano que en su tónica maniqueísta se carga al cliente o consumidor y crucifica la masturbación conjunta manual o friccionada de manera categórica. Porque se basa en que el sexo es una categoría y el resto de cosas, otra. Algo por cierto, muy animal y de especie mamífera o primate, cierro paréntesis.
Como si no se comercializase con lo sexual en cada calle y plaza de Europa. El escote, la entrepierna, el culo marcado, etc., son productos de carnicería de origen europeo que se anuncian en cada calle de barrio. Una cosa muy femenina, como si el pene marcado, la lengua sacada, el torso mostrado, o la pericia coital masculina en ipod callejero, fuesen proyectados por doquier.
Aquí se pasa de las medias tintas. Es una comercialización del producto no tan publicitaria y sí transaccional. Con intermediarios, precios y estructuras de ejecución del servicio. En Europa hay que fundir ese iceberg montado de la dignidad. Porque mi flor sólo la entrego a aquel que me ronda como DDios manda, (el programa de especie también será digo yo), y en el caso de algunas mi flor vale 4 cenas y 2 copas, si fa o no fa.
Aquí no nos andamos con florituras, no estamos para pasear el horcate de restaurante en no restaurante, aquí trae tú la salidez que yo te la calmo rápido, son 50 pesos gracias.
Que no venga ninguna feminista a decir que son el sexo expoliado. Sí, expoliado por los Bershkas y Zaras, forzado por Fideles, y más que tentado por toda la bisutería comercial engañahorcates.
La piadosa estampa de la prostituta que llora tras fornicar y piensa en su hija mientras encarga por internet unos juguetes nuevos, metánsela en el apartado mental de lo falso y terjiversado y en la cola de ese afán misionero, evangelizador y redimevacíos de uno.
El acto sexual tiene que ver mucho mucho menos con la indignidad de lo que pápas y feministas rancias quisieran. Los que más critican el sexo, son los que menos follan claro. Y sí, son escultores y artesanos del amor y el resto no.

La comercialización del amor en Cuba 2/4

Sexo y dinero, suelen ser sus dos grandes cartas, hacer de proxenetas elegantes y haber pactado de por vida con el camarero del local, un buen tarifario voluble según las tragaderas del estúpido estafado. Tienen una cuenta gratuita de bebida vitalicia, cosa menor, y una commission del mojitismo hemingwayariano insospechado para Ernest.
Las tarifas del bar cuando entra el yuma sufren una multiplicación de 4 a 8 que no explica ninguna inflación de país emergente conocido. Y luego está el juego de ajedrez sexual. No sólo ofrecemos ron con hielos y menta, señores, ofrecemos ese tan valioso activo que nos dio la madre naturaleza, que es calmar el galopante prurito sexual del hombre. Una enfermedad casi congénita nuestra, que en Cuba parece ofrecer solución.
Ma spetta, tutto ha un prezzo amico.
Aquí se comercializa con el sexo a gran escala, cosa obvia que no se hace en la mayoría de otras esferas bajo el comunismo, y es un intercambio de bienes y divisas con individuos de las economías extranjeras, tal cual. La industria de la prostitución ocupa no sólo a la profesional del sexo, sino a toda la red productiva que colabora en cada proyecto de trabajo diario.
Pero si la balanza de precios marca que bebida, transporte y comida suben un 200 % - 400 % cuando asoma el yuma, si algún hijo de puta con barba ha creado dos economías con dos monedas, cuya tasa de cambio es 1:24, es decir, ha conseguido en 50 años que yo y los míos tengamos que ser aprox. un 2400 % más pobres que el occidental standard, pues la madre naturaleza por suerte nos otorga entre las manos una manera de compensar este desajuste desorbitado y humillante. Así que el sexo es cobrado como en Occidente o más, salvo excepciones insalubres. La jinetera por ende, si es artimaña jinetera, puede tener un salario hasta mil veces mayor que el sueldo del pueblo, mil veces más.
Dos y dos son cuatrooo, cuatro y cuatrooo diecieséis.
Igualmente no toda mujer cubana es jinetera, obvio también. Como no todo estudiante occidental es empresario sin escrúpulos. En ambos casos los escrúpulos son un vegetal que no se cultiva y consume, cada cual a su manera y en situaciones sociales bien distintas.

Fenomenología del jineterismo 1/4

Me pareció vivir en un teatro de marionetas, en el cual yo me había convertido en protagonista. La Habana funciona a veces como un auténtico escenario en espera, expectante a que un guión coral se active en segundos, y automáticamente se represente el teatro de títeres del jinetero. Es una obra largamente ensayada y testada. Existen versiones oficiales, bilingües, más líricas y propias, pero es un género de vida con estructuras compartidas.
El nuclear ¿cuánto tiempo hase que llegate a Labana brodel- es una palmaria crítica que haría como asesor de embaucador. El mal jinetero la usa como un comodín barato que es detectado por el turita a la plimera de cambio. El hacer sentir unas zarpas imaginarias al acosado yuma, tampoco es que sea un gran estado evolutivo en el terreno de esta ingeniería, la del atraco apalabrado.
Los jines, las jines, deben reírse compasivamente en sus casas, de la panolidad y pardillez de muchos extranjeros conocidos en su profesión diaria. Ingenuidad con la que saben que son ellos quienes se las van a comer dobladas, por lelos sociales. Puede ser que el bajo nivel de recursos creafalsedad de los jineteros se deba a este otro bajo nivel hermano referente al umbral tetomoelpelo de los turistas.
Es decir, se repiten subnormalidades al tratar con esta profesión, del tipo -oye hermano, te llevo al buenavita soshial club del barrio, -vente epaña, a la casa de la música de eta calle -padrino amigo, yo se dondetá el fetival de la salsa. Usease, según el gremio jine-tero nos salen 21 festivales de la salsa semanales, 16 casas de la música diaria, y 32 buenavistas social club sólo en el centro de la Habana. No, así vamos mal. Tenéis más talento como para vivir de la perogrullada, o no.
Obviamente en Cuba no todo el mundo acaba siendo jinetero. También hay gente legal y de bien, con su trabajo, y su educación y valores de no faltar a la verdad como el que falta a la taza de water cada vez que la acomete.
Ayer justamente ya nos tocó la china de que encima era locutol de radio, y según él, escritol. Escritol de papeles de wc discúlpeme. El rey de la papanatez se llenaba la boca de retórica de niño de primaria, usando palabras largas, espirituales, minidiscursos estúpidos mostrando su afecto infinito hacia nosotros, filípicas de bar del tercer mundo, a la altura de su jefe de Estado bananero. El muy hijodeputa era el dueño del teatro de marionetas de aquel bar, y se permitía lanzar un -"los españoles están dentro de mi corazón y mi destino, padrinos", con un atizar el acoso jineteril tras la última palabra, en un papel de poeta proxeneta lamentable.

Polilogía

Sentencio: este viaje, está siendo de puta madre.
Aquello que pido al destino, lucidez, me abraza. Un escenario o un continente entero a descubrir por un plano, más la posterior puesta en común con café-en-la-mesa-de-mami- Zenaida Con Eduardo... es un cocktail sensorial y cognoscitivo Es tuppendo.
Estoy en los estados disociados, en el apabullamiento de ideas lucidísimas que revolotean como mariposas gigantes en mi cabeza y se van. En esa suerte de sobreabundancia que ni se atrapa. Lamentando un poco toda el agua que se echa a perder. Y qué más da.
Tener una mami en 2 días, un barrio en ruinas que haces tuyo, pasear por una dictadura en que los coches nacieron en 1949, y el mundo se detuvo, sin paralizarse, creando malformaciones occidentales igual de injustas y felices, es todo un privilegio, que se está disfrutando. Con un leve deseo hondo, que todo cambie, laxo, asuntivo, valorando el estado de las cosas tan fatal y genial a la vez. Este país se cae, y lo tiran, y se tira, las reglas son inventadas, e impuestas, como si en algún otro lugar las reglas se posasen como palomas intelectuales y ordenadas, y no como un caos cristalizado. Los dirigentes son ese enorme mal, intrínseco, pero tan factual e impepinable que resulta estúpido cargárselo en dos frases. Es un establishment más que sociológico, pero no por ello anécdotico e irrelevante cuando se habla de 8 millones de personas entre 10 contadas (y al revéss).
Pero mi Habana no es cubana, es laportiana, es la república caribeña de Laporte, pues mi vida aquí está intrincada con la compañía del navarro. Como también mi vida está monificada, pasada por el tamiz de quien te vive. Tengo el país jocoso de Corle, el cachondo y libidinoso de David, el amoroso de Moni, y al igual que el laportiano, son mis países porque no son parciales, en todos ellos se me permite una experiencia global y conjunta de todo, su nombre es sólo una simpática mención de algún rasgo marcado como una ceja partida. Más grandes o pequeños ahí están y ahí son habitados.
Nunca pensé en mi juventud que el ser humano fuera tan imperfecto, ni nunca me enseñaron tan mal en una escuela religiosa, con esa inexactitud palmaria de las coordenadas del mundo. Estoy feliz -raro en mí- por disfrutar mirando de reojo esa lamentabilidad de nuestras capacidades, más que simpáticas graciosas, secularmente soterradas y disfrazadas, aquí en Cuba queda claro que el mundo es y huele a mierda, y que no hay que esconderse de eso bajo una capilla sixtina renacentista y sublime. Eso también es el mundo, una franca escalera hacia el cielo, una superación espectacular y encomiable, pero la aguja del indicador de lo humano siempre ha estado forzada hacia ese lado bueno, sublime, perfeccionado, limpio... como un índice cósmico que señala demasiado tenso y con Miedo. Puede ser hora, o minuto, de relajar esa aguja presionada en contra de lo que nos espantaría ser si se desarrollara. Esta niñez desconfiada y asustadiza, cristiana y capitalista de título, de no confiar más en nuestras bajezas, que no son monstruosas, son cortitas y punto, pero quizá es necesario ese nudismo psíquico que oculta sutilmente nuestro lado oscuro. La mierda sólo huele cuando no se la ventila, fétida y monstruosa como un cura pederasta o un empresario emperador e infeliz. Esta es la tierra de la mierda hecha fachada, mueble y plato en la mesa, y no son mejores, simplemente se han adaptado, en un ejemplo polar y contraste del otro modelo natural siglo XX-XXI de la organización social. El comunismo es igual de enfermo que el capitalismo, qué quieres, los dos son política de nuestro tiempo, aberrante, hipertrofiada en importancia de lengua, escenificada de forma magna y dramática, pero una gran estupidez demasiado hablada y tomada en serio. Lo que realmente importa un instante en la vida es el fútbol y ya, lo demás son minucias. Y mami Zenaida sigue sentándose las tardes en su sofá, con una paz somática tras haber criado tres criaturas sola, y adopta a aquellos que empatizan con ella al hospedarse en su casa, vaciando las tardes entre Paquito, Tiramisú, Cuquita la fea y Albita, sus cuatro gatos habitantes del inmueble. Y con su voz dormida en el mundo se hipnotizan y desfiguran los ismos y los logos. Y uno acaba deseando un planeta sin prensa, sin habladuría etiquetadora, sin micrófonos por todos lados. Con un tal Fidel con gorra y Clinton con canas haciendo sus cosas, las que quieran, pero mami Zenaida meciéndose en su puerta y yo fotografiando palmas y palmeras. Una bella aspiración a que lo macroglobal lo convirtamos en local, una depuración de todo fantoche político publicitado. Deben existir, pero hemos de convertir completamente el juego político en bufonesco, ver y palpar su putrefacción congénita, su penosa forma de décadas, y acabar con tanto pandillismo. La violencia nace y se amamanta en la estructura de pandilla. La pandilla es el demonio. La pandilla es un concepto tan grande como Dios o el sistema. El inicio del duro y gracioso pecado humano. Comunidad es el contrario de pandilla, que es la trascendental escisión.
Y bien, creo que este es mi primer escrito político desarrollado :)
Pero es que estamos secularmente metidos en formol, formalismo que parece crónico. Hay que asilvestrar "las más altas esferas", literaturizar y estetizar ese bloque lingüístico vacío, meter tacos, anécdotas, corridas y conductas ejemplares, todo lo que es humano. El verdadero parlamento es filmar y testificar la visita del estadista al burdel, la cultura del ejemplo es creer firmemente que se nos ha de limitar y contener lo "impuro", papanatas.

Mañana día 2) Apuntes de clase en el Tropicana

La importancia de las sintonías.
El protagonismo emergente o sepultado de la música.
La ordenación simplista pero efectiva de la música en la experiencia en formación.
El dejar poso.
El ocupar un espacio en la memoria que importa, la íntima emocional.
Como hace el sabor de fruta visceral que es la guayaba.
Crearse una experiencia.
Otra vida exóterica a la propia.
Vivir en la Habana, 15 días, pero a miles de kilómetros del turisteo sin poso.
Poder decir "yo viví en la Habana".
Seguir leyendo a Sacks, esa maravilla humana,
crear en el fazebook el grupo "yo también creo que el Oliver Sacks científico y el Oliver Sacks escritor es un extraño de genialidad múltiple, y un paradigma de ciencia poética".
Jalonar las tertulias con Eduardo, hablar de lo divino, lo humano y de nosotros, topando quizás a un hermano de mente.
Subir el día con los paseos habaneros, con el peso de la pobreza sacudiéndose, mezclándonos con buscavidas, jineteras y también cubanos, en nuestro surrealismo de calle. - Acabo de ver a Umbral asomarse en mi futurible, esperando con su libro entre ropa en la maleta-.
Preocupado por quien tantantos me quiere, velado por ella, quizá ensalzado, y lamentando no poder compartir más cerca mis aventuras habaneras.
Y también "el mes en que me convertí en padre", gestación de un mes, pero encantado por la potencialidad desplegada por esa pequeña maravillosa criatura.
A la vez que uno fantasea su vida como todo buen hijo de vecino, inflamándose el órgano del deseo como un corazón que siempre debe latir, para bombear vida entre las rutinas, las desdichas y las ilusiones.
Apuntes de clase en las aulas de Cuba.

Tarde del viernesA) En el despegue del viaje

Se enlentece el caudal de las venas en la Habana, hemos adoptado marcha de pastores, llevando una manada de perspectivas en bloque.
Mi yo crítico le sopla al yo viajero, que la extracción de pozos de minas de sabiduría, hoy ha sido escasa.
Náufrago y yo hemos personalizado una relación que era cibernética et literata hasta la fecha.
Pesa la cochambrez y des-trucción de buena parte de la Habana, un negativismo estético y estrecho como un virus visual.
La búsqueda latente es constante y perseverante - somos dos trabajadores con horario cumplido.
Queda mucho por verhacer, y un deseo-capricho de llegar a otros rincones de la isla de Cuba.
Nos espera un pargo cocinado por nuestra mamá cubana que con su olor indica el próximo paso de esta exploración... un tanto voluntarista.
Veremos como maceran los ingredientes propios Cuhba + Eduardo Laporte en este viaje, y qué plato desconocido acaban creando.

Embalque en la Habana

San Cristóbal de la Habana, un día después de Sant Jordi, a dos calles del Malecón y unas pocas más del Capitolio. El Náufrago Digital durmiendo en el piso de abajo, los cubanos amaneciendo tras 50 años de dictadura ininterrumpida.
Estas son las coordenadas. Iniciamos nuestra vivencia en Centro Habana, el barrio del meollo, la Habana añeja de los cubanos, el lugar de los hechos, y el barrio de Pedro Juan, el culpable de girarme mi hastío hacia Cuba y hacer aflorar la pasión. "Es como Stalingrado con calor", náufrago dixit. Estamos en el barrio donde los palacios se caen. Me lo tomo como las minas donde se inventa la vida, la energía entre las ruinas.

Esa es la paradoxa. Algo también necesitaba hacer click en mi cabeza tras el periplo Europa-Habana, porque aquí uno debe hacer un papel activo bajo la paradoja, olvidarse del aspecto occidental, de toda superficie del mundo que ve, obviamente raído, y preguntarse cómo la gente saca unas raíces salvadoras nunca vistas en otras latitudes. Escribir veo que me puede ayudar a esa toma de conciencia, que es un dejar mis hábitos cognitivos, no válidos en este otro planeta.

Y este viaje puede ser el más laboral de todos. Callejear por la Habana con espíritu de antropólogo y sociólogo, aprovechando la oportunidad socio-histórica de este país, con trayectoria bizarra y única en el mundo. Intentarán hablar más los videos, los testimonios hablados, gesticulados o bailados de la gente. Todo lo que la expresividad concentrada pueda abarcar.

En esta silenciosa alcoba del interior de la casa, oigo como Zenaida prepara el desayuno de frutas y café para los "dos blogueros del amanecer". La Habana nos espera de día, decenas de cubanos saben que hoy abordarán a los yumas (guiris en lenguaje de aquí), intentando compensar de motu propio la balanza comercial entre los dos países, pero ignoran que este par de yumas van a intentar sacarles también, aquello que compensa la riqueza y la pobreza, el elemento x bañado en espontaniedad, que yace inconsciente entre sus ruinas como la mayor riqueza poseída por este pueblo.

viernes, 10 de abril de 2009

La iglesia de los lóbulos frontales

Puede ser que exista un desgaste de nuestras facultades psíquicas. No una demencia progresiva al través de los años, sino una deformación y desencaje de sus capacidades. A la facultad de creer, tener-fe-en, le puede salir una miopía, cierta disfunción por haber sido utilizada mal y en abuso, como puede ser el caso de nuestra infancia de escuela religiosa, cuando nos hacían estirar esa certeza interior hasta que hoy en día podamos tener patas de gallo, con agnosticismo laico y a veces cientifista hasta en terrenos emocionales.

Cierto es que nuestra capacidad olfativa ya está atrofiada de fábrica, y que también al no haber ningún Ministerio público, ni disciplina médica, que vele por nuestro desarrollo cognitivo de adultos, evoluciona éste a la intemperie de lo que salga en calle y la tele, y sospecho que ese abrumador vendaval de lo audiovisual de nuestra era moldea nuestras facultades y seca o atrofia ciertas posibilidades de ellas.

He empezado la lectura de El cerebro ejecutivo del ruso-americano Elkhonon Goldberg, monografía que versa toda ella sobre los lóbulos frontales.
Aparte del tema central, el autor propone en su libro cierta gimnasia mental, ejercitación cerebral que no sea sólo reparadora, sino destinada a cerebros sanos que quieran fortalecer sus capacidades cognitivas. No es mala idea un centro tipo Dir, en que expertos nos ayuden a muscular un poco nuestra sesera los martes y los jueves...
hasta suena a sociedad de esas futuribles en que no existe el cotilleo del corazón y los políticos no se arrastran día a día por un puñado de votos, por ejemplo.

El progreso personal parece reducido a labrarse un currículum de estudios y curreles como suelo, acompañado de la suerte que uno tenga en toparse con libros, personas y episodios vitales ejemplares, que catapulten las posibilidades de la persona. Una especie de ruleta del potencial de uno, en medio de palabras invisibles y arbitrarias, como talento, cultura, sabiduría, arte, capacidad... En ese territorio de lo invisible no hay letreros, y cualquiera puede inventarse un mapa que ya imaginártelo lo haga creíble. Y por supuesto, no hay ninguna regulación ni homologación, hay un nihilismo en la esencia cultural del ser humano. Bueno, quizás hay un hilo nihilista en todo, rompeabsolutos, necesario pero también fuga de escape de lo más fútil. Origina un vaso metafísico medio vacío-medio lleno, que por un lado se carga los absolutos, pero por el otro permite la relatividad nudista de todo. Y no hablo de un nihilismo de opinión, hablo de un nihilismo de estructura, que ya forma parte del mundo, y de nuestro hardware, no software.

Coños, que si el hombre ha tardado en evolucionar 5.000.0000 de años, cinco millones de
y el universo trece mil setecientos millones, de, años

y la cúspide de todo ello son los lóbulos frontales de nuestro puto cerebro,
démosle un poco a los lóbulos frontales, démosle un poco a los lóbulos frontales.
¿Te van a hacer volar?
Pues no. O puede.

martes, 7 de abril de 2009

Lo redondo de todo

Si a un pequeño territorio le pones una cerca, y alisas el terreno que hay dentro, tienes muchas posibilidades de no tener problemas ahí dentro, siempre que no espíes más allá de la valla. Parcelar el salvaje destino, te asegura no tener que preocuparte por la complejidad, y jugártela a que nunca el aburrimiento y la desidia te lleven poco a poco a una gruta para ser devorado.

Lo redondo, funciona. Lo complejo es una máquina en construcción que puede andar o retrasar una eterna marcha. Atardece la fábula de la tortuga y la liebre, se retransmite la paradoja del Brawn GP y el McLaren. Nadie se para a pensar si la raíz del inconformismo tiene que ver con que esta vida sea una subasta-concurso, en que el talentoso intrépido puede perderlo todo en la ronda final, mientras el conformista conserva una cifra más que digna a las primeras de cambio. Saber plantarse.

Y lo redondo, sigue funcionando. Amarrar los sueños y sus globos, suscribir pólizas de las piezas mecánicas que hacen rodar una vida, barrer el pequeño patio de los días, alimentar un localismo cachorro que jubile a uno. Mantener una escudería, un equipo de escudos, un catenaccio que congele el ganar ocasional y espontáneo de la vida.

Parece un alegato contra toda la ingeniería, los sueños en vena, el jogo bonito, y el inconformismo. Pero el inconformista se olvida que su vida es un taller y él es el mecánico. Aquel que continuamente entre andamios mentales y planos futuros, forja tortuosas piezas, que a veces encajan y a veces no. Proyectista, rizador de lo liso, inventor de lo inventado y de lo que no.

Pues eso, ni lentitudes prehistóricas, ni obras de arte futuristas que nunca echarán a rodar.
Ni conforme ni inconforme, más bien deforme...
salirse del debate teórico polar, alias dialéctica.

viernes, 3 de abril de 2009

El hijo de Victoria. Proyecto M61175

Y me había quedado mudo, afónico de palabras, o simplemente estaba en otra dinámica. Todos tenemos un circuito cinético de nosotros mismos, unos viales por donde funcionamos, un metro subterráneo para circular y llegar a alguna parte. Yo este pasado mes me fui metiendo en un vagón que era de otra línea, porque muchas veces te subes a tus vehículos de días laborables y tampoco miras qué línea es, más bien no lo sabes. De ahí la naturaleza laberíntica que espera tras las inocentes puertas de los días. Un impulso, un elan, es lo que mueve todo, desde ir hacia esa puerta hasta un big-bang. Más bien inconsciente. Y menos mal de este resorte último que hace girar la rueda del mundo.

Motivaciones y voluntariedades, así se llama el post, de la segunda parte, del primer párrafo. El de la primera se llama Introducción al circuito cinético de uno mismo. Y todo el blog se llama Yo, o sea, Victoria´s son. Que viene a ser un reducido compendio de las cosas que se cruzan por mi mente, las que se precipitan por escrito, y aquello que quedará fijado, en breve destilación, más allá del olvido.

Por cierto, traduciendo a lenguaje convencional, que he estado picando pico y pala en el trabajo. Mi trabajo me divierte, a veces dura nada, puedo ir en bañador, y me permitiría montar una empresa editorial para cagarme en cualquier escritor que me aburra.
Fin del apartado laboral.

Y qué más, se podría hablar del G-20 y la redención del mundo en un día de fotos, de como la gente crea el mito de Obama y él acabará en la hoguera de la crítica portera mundial, de como los bancos de EEUU han sido unas perras lastimeras en la bolsa, auténticos andrajos que la gente vapulea, patea, ensalza, y destrona, en cuestión de minutos bursátiles, mientras sus CEOs se enganchan al Almax padeciendo su depauperado avatar. Y de como he hecho de héroe perroflauta Duran a mi manera, prensando como olivas a estas putas-bancos para sacarles todo el aceite verde posible.
Señores, puede ser que me esté haciendo rico.
Pero ustedes saben bien que yo soy el hijo, de Victoria.