lunes, 19 de noviembre de 2007

El blog del sábado - CRónicas CR

¿Cómo andamos por allí? Por este país se anda a rachas, tranquilo o en acelerón, de forma diferente y cambiante, depende donde uno esté. Después de una semana, me voy aclimatando a la vida aquí, a las rachas, de zona, clima y resultados, habiéndome dedicado por eso, en gran parte al trabajo.

Se anda diferente porque Costa Rica es un país descentrado.
De los 4 millones de ticos, 3 viven en el no muy extenso Valle Central, en torno a San José. Todo el resto del país, grande como la décima parte de ese país llamado España, es un vergel lleno de parques naturales, bosques nubosos, volcanes y playas.
Pero, la gente va y se amontona en el valle central entre montañas, centralizando el destino y futuro de la nación. No se ha fundado ninguna Barcelona, Guayaquil, Marsella o capital urbana costera.
El núcleo central de todo debería ser entonces la capital y centro de la ciudad, San José. Pues no, el núcleo está vacío, hace tiempo ya que la gente, muchos comercios y centros de ocio hicieron un segundo movimiento y se fueron a los Sant Cugats y Badalonas de aquí (Escazú, Curridabat, los Yoses...). Así que el gran corazón de este Estado está vacío y esparcido en la corona que lo rodea.
Y el corazón del país, el centro del centro de todo, es el lugar que paradójicamente la gente evita, en parte por fealdad, en parte por incomodidad, en parte por inseguridad.

A los europeos como nosotros eso nos cuesta verlo días y días, porque nuestra cabeza se ubica y programa en los parámetros del viejo continente, en la alta urbanidad de España que hace que hasta en los pueblos haya pisos, y uno acaba dándole inconscientemente más oportunidades de las que merece al centro de San José, hasta que admite lo que sospechaba (veáse entrada de blog anterior), que lo más céntrico de este país es lo pior.

Me imagino que esto es propio de países en vías de Macdonalización o "desarrollo", de las consecuencias de amontonarse todos en el mismo quinto pino, de que las zonas tropicales del país sean las 2 franjas costeras y el centro sea la zona temperada (en Cuba no se trabaja como en Alemania).
Mi maleta en parte también fue errónea. En el centro uno necesita más chaquetillas para la noche, un par de buenos paraguas, y más calcetines. Según ellos estamos en invierno, y hasta enero no empieza el verano, la ausencia de lluvias y el sol bronceante.

Otro tema es la cantidad de trabajo que uno puede llegar a hacer en los taxis mientras espera las horas de tráfico y retención que son pan de cada día. Ruiz-Gallardón se sentiría aliviado de ver lo que pasa aquí. La decadencia hecha tráfico made in Costa Rica, gilipollismo metropolitano centroamericano.
Aquí la capital se divide en cantones, como en Suiza, y como el país helvético está lleno de montañas, valles, cañadas, loopings y barrancos. Pues empieza a hacer carreteras y saturar de coches a este miniparque montañoso de Playschool, y tendrás para reyes el juego de las caravanas, las bocinas, la contaminación y la mala leche de San José. No es que funcione mal, es que, como el barrio de Bellvitge, como la UB, como Telefónica, como el PP, como el Ave, como un plato de lentejas Litoral... está mal hecho.

Semana 1 - Nivel íntimo

A nivel más íntimo estoy muy bien. Sigue la magia en mi vida personal en Centroamérica, y eso no es ni mucho menos poco. Ni los malos resultados del mes ni la gran cantidad de trabajo me importan. Decir que uno es feliz a veces se compara al comentario antes de tirar los tiros libres en el basket, por si decirlo va a traer un cambio de suerte, por tocar madera. La gente tiene respeto a las rachas de felicidad, saben de la importancia de la suerte en la vida. Yo he tenido mucha hasta el momento, y ya tocaba, de encontrar una persona que lo entrega todo, algo fácil de decir, pero muy imposible de tener. No tiene que ver con sólo enamorarse, también tiene que ver con el azar, con que dos bolas de billar en un tablero inmenso y lleno de cosas, se toquen. Y no es el amor tuyo que estás leyendo o de los otros que no leen este blog, vive en una casa y unos cuerpos íntimamente y es un país de 2 personas, que sólo se puede visitar de refilón en estas líneas, en algunos gestos o algún poema.

"La fortaleza de alguien que lo entrega todo", no nos engañemos hermanos de la parroquia y todos sabemos lo difícil que es actuar así, lo costoso de ser plenamente desprendidos, el esfuerzo de la generosidad, y lo que nos toca la polla tener que dar antes que recibir, e ignorar tanto nuestro ego. Así que hacerlo conlleva que te crezcan unos músculos, esos esfuerzos claro que vacían los bolsillos pero también te hacen fuerte en algo. Alguien que lo entrega todo tiene seguro su atractivo, su morbo, no estoy hablando de mujeres bledas y tíos bobos, que van de buenos y son más simples y miedosos que un grano de pus. Hablo del rollo Frodo, una pequeña y aparentemente frágil criatura, que dentro ha cultivado y posee una fortaleza muy potente, capaz de hacer y transformar grandes cosas. Mi hermana Victoria, aunque se transforma en Gollum a veces : D, tiene el músculo de madre perfectamente desarrollado, y se desvive por los 2 maravillosos tragones mimados incansablemente, podría dedicarse a viajar, a comprarse mil y una cosas y acabar como una vieja de esas cada tarde en el bingo tomando coca-cola, pero dándolo todo sin esperar bingos y líneas a cambio, recibe la maravillosa experiencia de dar vida y forma a dos seres humanos, empresa mucho más difícil que fundar una compañía o ganar según qué masters series de tenis. El triunfo de la vida cotidiana, la igual importancia de los trofeos-don nadie, el paul pottismo : ). Y aparte tanto mi hermana como Orlendy son guapas, que conste : D

Cotidianiedad 1

El grandioso y desconocido poeta argentino Roberto Juarroz no titula, ni un poema. Sólo nombra a cada uno de sus libros "Poesía vertical 1", "Poesía vertical 2", y así sucesivamente. Quizás desde Costa Rica hago mismo con "Crónicas CR", "Nivel íntimo", y "Cotidianiedad", intentándolos escribir una vez por semana.

Mi día a día empieza bien pronto, me levanto con el sol sobre las 5 de la mañana o antes, porque muchas veces me levanto conversando con Orlendy. Ella después me acompaña al taxi antes de irse a correr, y me dirijo hacia el hotel donde no duermo, pero que sí utilizo para trabajar mientras encuentro oficina. Allí aprovecho el desayuno que tengo, que ya cansa un poco, con huevos, embutido, fruta, café... y gallopinto, el desayuno típico del país consistente en arroz con frijoles, culantro, apio y chile rojo que no pica. Empiezo a operar el mercado y llega Mariela, la persona que he contratado para que me ayude con la oficina aquí. Ella ahora está buscando casas que yo intento visitar por la tarde.
Esta semana ha sido mejor en resultados, pese a que ha costado lo suyo conseguirlos, el mercado está frágil y quebradizo. Me comunico con David y con los chicos, a los que hay que felicitar por su progresión, hablo con algún amigo que aparece en el messenger, como el gran Corle, que este fin de semana se va a Atenas o el maestro David Lobezno.
A media mañana voy a comer algo, de momento repito bastante los ricos subs del Quiznos, bocatas americanos muy completos, y me reúno con Mariela. Intentamos avanzar cosas de la nueva oficina, y luego voy a visitar entre tráfico y caravanas futuribles casas. Lo más seguro que la oficina esté en la misma casa por comodidad, y que esté en una zona con seguridad 24 h y así evitamos sustos no deseados.
Cuando acabo de operar, supervisar con David lo de Barcelona, avanzar en la apertura de la nueva oficina, llego cansado a casa de Orlendy. Está en las afueras de San José, cerca de Coronado. Ella tiene una tienda de regalos y muy a menudo hay gente y visitas, he conocido a gente muy maja, amigos y vecinos, con los que a veces merendamos y charlamos. Siempre están los niños de las vecinas por la casa, algunos muy inteligentes, y jugamos, les compro láminas de mapas y aprendo con ellos toda la geografía de África o Centroamérica, repasamos láminas del cuerpo humano, hacemos juguetes de regalo para sus amigos, etc, etc. Todo en un ambiente muy humilde, y con Orlendy cerca mío, conversando siempre que podemos y ayudándonos en nuestros proyectos.
Este fin de semana, de aquí una hora, nos vamos en excursión organizada para el Parque Nacional de Tortuguero, en la costa atlántica caribeña, no creo que vayamos a la playa salvo para avistar tortugas desovando si aún es temporada, ya que el parque es un mini-amazonas con canales en plena selva para avistar animales y dormir en lodges o hoteles-cabaña en medio de todo, habrá fotos claro, y espero hacer más fotos de mi vida cotidiana y colgarlas en flickr!
Me encuentro a gusto, muy ocupado y feliz con Orlendy en Costa Rica. No es un país tan seguro como España, y por eso voy a priorizar lo único que puede deslucir mi vida aquí, intentando no vivir y transitar por sitios que es mejor evitar. Espero que vayáis sacando boletos para venir aquí y me vengáis a visitar pronto, se us quiere,

Jordi

miércoles, 14 de noviembre de 2007

El vuelo del sábado pasado

Vuelo MP981, sexta hora de vuelo, a 4 de destino. Retraso previo de 4 horas más. 24 h totales de viaje.

Y no estoy tan mal.

Sacar lírica en un viaje de estos, que se acerca al estilo cayuco, es un intento inútil, sólo aparece una consecuente lírica corporal de dolores, incomodidad, fatiga y sequedad de boca. Son los peores momentos para un blog.

Pues sí, me voy a vivir a Costa Rica. Dejo mis 30 años de Barcelona, e inicio los 31 en Centroamérica a 8mil km de Calafell. Es un inicio, que puede convertirse en una primera/segunda casa. Me voy por trabajo, amor, innata aventura y gusto por el país y la cultura de allí. Que es lo mismo que decir que alli no encontre el amor, sí un buen trabajo que me permitiera flexibilidad total, que se me acabaron las aventuras allí y que vivir en el primer mundo tiene sus grandes consecuencias segundonas y sus pobrezas colaterales.

En Costa Rica encontré una otra oportunidad. Encontré fe, y espiritualidad. Algo que no buscaba, que no queria, y que hasta renegaba y me reía. Es otro tipo de combustible, más de aviones que de coches.

En 3 semanas en Bcn se me ha ido secando esa espiritualidad y de seguir allí se hubiese extinguido. Parece que esa planta mía nueva se pudre fuera de su latitud autóctona, lejos de los cuidados de Orlendy, lejos de las calles de Chepe, del acento tico, de los vecinos de Ipís, de la pobreza noble de Costa Rica.

Y esa planta, esa configuración, esa dimensión espiritual, es la necesaria, que me hace feliz.

Falta menos para que me reciban en el aeropuerto Orlendy y Oriana. Para volver a pasear por las maravillas naturales de Costa Rica. Para empezar miles de proyectos esperanzadores.

Pura vida chicos.