martes, 13 de noviembre de 2012

Catalonian update


El proceso soberanista de Catalunya admite bien poca lírica. Es un proceso cabreado, coral, muy poco dialogado. Puede que esté en su peor estado de los dos últimos meses. Sin el pueblo, el que lo aupó, y con mucho político de por medio. No tiene nada que ver el impacto de una personalidad frente a la presencia de millones de personas.

Mas se pierde sin el pueblo. El mes y medio hasta las elecciones, donde vuelve a hablar el pueblo, no tenía que haber estado tan lleno de mensajes y/o protagonismo. Era más una cuestión de sentarse en un banco y esperar a que los soberanos de su territorio hablen, mientras se dialogaba mucho con Erc e Icv, y no ha sido así. Mas se ha ido a torear a dudosas plazas españolas, que si Salvados, que si El Gran Debate, demasiado seguro de sí mismo, y pensando que nada se erosiona. No era el momento de la ruta española, era una cuestión interna de 6 semanas antes de las elecciones.

Catalunya será independiente si no hay prisas. Y las ha habido, no sé por qué Ciu tiene la prisa de la mayoría absoluta, ventaja obvia, pero prisa, si no toca, no toca, no se acaba el mundo si tienes a Erc. No habrá independencia si derecha e izquierda catalanas no caminan juntos.
Y en esta premura por los dos o tres escaños restantes, va y se le olvida a Ciu que vivimos en una crisis histórica, rodeados de recortes. Ayy, craso error, fuga de votos a la izquierda (Icv) no esperada. ¿Però tu creus Oriol que teníem que parlar d'aquesta crisi? ...

Veamos la estrategia española que ha salido de forma bastante natural este tiempo. Que se demonice a Mas no es sorprendente, que se quiera repetir el exitoso ostracismo conseguido con el meteórico Ibarretxe es un clásico. Esta táctica de guerrillas que pretende desprestigiar la cabeza visible del afrentado, dependerá de la serenidad de Mas y de la ignorancia supina que debiera otorgarles. Se les va la boca a la caverna, y nadie les censura, tienen manga ancha desde su nación. Es cuestión de callar, y venido el tiempo de debate con la UE dejar en la mesa de diálogo todo el dossier de prensa con actitudes cavernícolas, precedentes del sector españolista.
Europa no intervino en la Guerra Civil española ni con Hitler ensayando armas de destrucción y Mussolini también compinchado con Paquito el gayer. Confiemos que ante pruebas de sometimiento y despotismo, junto a millones de personas pacíficamente manifestando el derecho a decidir, no se alínie con la caverna.

Después está la estrategia del miedo. Catalunya será una mierda si consigue la independencia. - Papá, me quiero fugar de casa con mi novio ex-preso que me saca 15 años. - ¿Te lo has pensado bien? No ves que no vais a tener un duro.
Meeec. Incorrecto.
- Me quiero separar de ti, no aguanto ni un día más, no puedo.
- Pero has visto que no vas a tener un duro?
Meeec. Incorrecto.
Es una forma rápida de querer ventilar el asunto. Desgraciados, os vais a morir de hambre. Europa os dará una patada, y si no, haremos que os la de. Hasta han encargado un estudio oficial sobre las consecuencias para la economía española, rollo bien hecho, sin sesgos hipotéticos. Discutir sobre los derechos que reclaman millones de gentes ya no, porque parece ser que son suicidas repentinos.

Es una zafia defensa, que no quiere entrar en razones. El debate no se ha desplegado, el diálogo aún menos, son posiciones enfrentadas, con mucha teoría-ficción. Falta mucho por madurar. Cordialidad bien poca.
Estamos en la fase, separados 600 km de distancia, en que uno advierte de que - yo quiero una cosa, y el otro, desde la distancia, le dice - yo quiero otra cosa.
Desde Catalunya es preciso un sauvoir-faire de categoría, ejemplar, brillante e inteligente. Hay un pueblo detrás, pues dejemos que marche y que se exprese, el político sólo ha de ser el vehículo a la altura de esa voluntad popular. Sin prisas. Somos perros viejos, sabemos como las ha gastado y las gasta el españolismo uno y trino, no nos ha de sorprender nada, de nada sirve enzarzarse en exaltaciones post-franquistas. Lo único que se puede hacer es seguir marchando, y recoger toda esa lluvia sucia que cae desde España, toda esa lección de intolerancia guardarla en el zurrón.

Y enseñársela a Europa, y al mundo, y que ellos decidan. Es así, Catalunya no será independiente si no lo quiere Europa. Catalunya tendrá el NO de España en el 2015, 2020, 2030, 2040... Y el No implica sabotear la permanencia de Catalunya en la UE. Al final, tendrá que ser Europa quien arbitre este entuerto.
España tal vez no pueda ser federalista como Jamaica no puede dar campeones de ski, el federalismo parece que es una hierba que no crece en la península ibérica.

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