miércoles, 13 de febrero de 2013

Animalista


Soy animalista sí. Sufro más porque se agreda cruelmente a un animal que a un humano. Lo segundo me horroriza, pero lo primero es superior a mí. Ahora toca razonar este animal-ismo, porque no suena política ni corporativamente correcto. Parece que prefiera el bienestar de perros, pájaros y peces, por encima del de mis semejantes.

Digamos que la violencia gratuita no es algo que me entusiasme. Sólo nace de las necesidades perentorias, que promueven el secuestro del instinto, o nace de la misma violencia, en respuesta a ella. Es como un agudo de la existencia, que irremediablemente tarda un lapso violento en volver a reposo.

En nuestro mundo se puede entrar a un establecimiento donde te sientas y unas señoritas te hacen las uñas con una lima, te pintan un hermoso mini-cuadro en su lámina, y si quieres te masajean las cervicales antes de irte. Puedes ser mediocre, proletaria, o pensionista, que igualmente lo hacen, no es necesario tener abolengo. Quiero decir, que en nuestro mundo civilizado del siglo XXI, el peligro físico que suponen un perro o un minino, es insultantemente ridículo. Son las dos escasas bestias que pueblan nuestro paisaje metálico, los adornos animales de nuestra civilización. Son un pequeño legado, un souvenir de la naturaleza, que a pocas es nuestra madre, nuestra placenta ambiental. Un perro es en algún modo un puente de millones de años en la evolución, una relación que recupera la amnesia de un pasado ancestral, que también nos pertenece. Y las hormigas, y los gusanos, y las bacterias. Sí, y el hijo de la gran puta que se dedica a despellejar gatos, y muestra las decapitaciones de perros como quien se saca una foto en la Torre Eiffel? Que me explique alguien cómo se ha de estar de tarado para abusar de niños, de animales indefensos, o de ancianos enfermos. Porque a los "animalistas" nos jode el hecho de la indefensión, cómo sale la sed de violencia, de ver a un animal tranquilo y paciendo, y tirarse sobre él con toda superioridad mientras gime y chilla, para torturarlo y que ninguna voz de la conciencia detenga esa psicopatía. Pobre de aquel que se me cruce en acto de degüello animal gratuito, porque me lo cargo mida dos metros con lo cobarde que es.
[Quien agrede a niños por la calle creo que precisa presencia policial, eso es un monstruo y acaba con el niño y todo el que pase].
Y Toni Cantó es una lacra para la humanidad y es exterminable.

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