jueves, 19 de febrero de 2009

El fenómeno de la moda

Es curioso como los humanos repetimos conductas. El fenómeno de la moda huele a que tiene una raíz muy tonta, muy humana. Uno intuye ese chasquido explicativo pero necesita estar parado en perspicacia para cazarlo. La moda es una especie de contagio, una epidemia estilística. Hay un momento en que una nueva tendencia se expande, es visible, socialmente. Automáticamente, va a proseguir su transmisión. Son fuegos que arden. Los hay de focos muy potentes, destinados a triunfar en su alcance. Los hay endebles que pueden no llegar a arder. Y a lo largo una gradual intensidad de mayores o menores éxitos. Eso sí, en medio siempre ha de haber maleza, distribución, publicidad, medio. A veces una cerillita insulsa basta para ser moda mundial si la maleza distribuidora es inmensa.

Siempre existe la moda como que la estadística también existe y existirá. Es chocante que te digan que un color está de moda, lo es aún más que la moda dependa de lo que diga un señor muchas veces fantoche. La creatividad no va por cuotas. Es de naturaleza volcánica, silvestre y salvaje. Y si acabas en un concierto vestido de uniforme como todos los asistentes? También ya es una moda la frase "Sé tú mismo". Nunca entenderé la ansia de vestir de una manera porque el gorrino de la derecha lo dice. Imitamos a quien admiramos cierto, debe haber algún adefesio mental que lleva tatuado Bush.

Hay cosas que están de moda, esencialmente en el vestir, en las programaciones de tv, en las películas, los libros, todo lo que consumimos; y hay cosas que son moda. Moda estadística, cualidades que nunca cambiarán, como moldes de las cosas. La especie humana tiene su moda conductual, y los modismos cambiantes para todo lo que puede Mastercard. Las modas se ingieren porque molan. El molar ya es un verbo con hecho y derecho, muy postmoderno. Un gustar paladeado, lamido, corto.

La moda tiene parte de aprobación, consenso, prestigio racionado, eucaristía de la sociedad, afectuosidad del rebaño, sintonía con los vecinos, guiño de masas. Es calor social, mecherazo. Nada más ni nada menos. Uno de los vectores de La corriente en esa gran Ola de la distribución normal estadística (o la verdad en gráfico de la vida), que nos puede a-vasallar o rarificar, según el mucho o poco caso que le hag...

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