martes, 31 de diciembre de 2013

El Psicoanálisis Económico


Hará apenas tres lustros. A mí me daban en secretaría de una facultad o de otra, un volante impreso para pagar las cincuenta mil u ochecientas mil pesetas de la primera parte de las matrículas, y se lo pasaba a mi madre. Yo ahí me desentendía. 
Pongamos el canje de cinco tercios entre aquellas pesetas universitarias y unos euros educativos de ahora. Las matrículas de estudiar simultáneamente Filosofía y Psicología ascenderían a más de 4.000 € anuales.

Al desentenderme, no imaginaba el recorrido de aquel volante por los pleitos paternos. La hoja leida por mi madre, supongo que era presentada una noche propicia en que mi padre había tenido un buen día. La reciente matrícula de honor en Cou había dispensado el pago del primer año de una de las carreras, pero no dejaba de ser un pastizal para mi padre cada nuevo recibo que llegaba, más en su concepción económica austera de todo. 
En ningún momento al decidir compaginar dos carreras, empezar una tercera, o trasladarme fallidamente a estudiar a Deusto, me planteé la cuestión económica. Ni he repasado cuánto significaba mi mensualidad escolar. - Y al calcular la cifra actualizada parece increíble -. - A la que había de sumarse el pago del basket federado -. Ni pensaba cuánto sumaban los cursos de verano en Inglaterra, o los viajes de voluntariado a Francia, etc, etc.
En mi casa, jamás se me pidió ni se mentó cuentas de nada. 

Este es un psicoanálisis económico, el verdadero psicoanálisis, no el de un tarado austríaco que explica todo por la sexualidad pronto y mal, cuando no existe. La sexualidad lo explica todo a partir de la pubertad. Freud tiene el demérito en la raza humana de aplicar la sexualidad donde no la hay, a los niños y a sus padres respecto los niños. Es el peor intelectual, por imbécil, de la historia occidental del pensamiento. Sí, sostengo que Freud fue un imbécil, aupado, corto, un fenómeno sociológico basado en el sensacionalismo como un programa del corazón en su prime time histórico.

Decía, que el psicoanálisis pesetero es el único que demuestra lo hijo de putas que somos. Lo mucho que hemos mamado y nuestra nula independencia cantada a los cuatro vientos. Todo niño se olvida de las facturas que ha dejado por el camino. El reguero económico es descomunal, cheques y cheques, ceros tras ceros. 
Algún día, mis hermanos y yo secuestramos a nuestros padres desde las cunas con el arma de un sonajero. Siguen secuestrados llevando una jubilación modesta mientras impera el dejarnos propiedades ganadas con sudor hormiga. 
Es un auténtico crimen ese trasvase de vida vitalicio, a cambio de "ir abrigados, ser prudentes e ir con los ojos abiertos".
Su vida es un desagüe tumorizado hacia nuestro futuro. Dadores, donantes, mártires de su descendencia. Somos una historia lírica sí, a base de una épica de generosidad. Intentar encontrar otro sentido es difícil, y probablemente no es verdadero. Más allá de la paternidad encontraremos fuegos e ilusiones fatuas. Hemos sido pequeños emperadores y toca administrar un imperio y legarlo a cuánta más gente mejor. 
Así de espúreo, amoroso y paternal, es todo.
Amén

1 comentario:

Anónimo dijo...

el poco tiempo que estuve contigo me hizo intuir que eras un autentico fuera de serie