miércoles, 18 de julio de 2012

La nueva dimensión de la crisis 2/5: El sistema capitalista ahoga el ahorro

Palabras mayores. Capitalismo. Chip planetario. La gran Depresión de nuestros años diez.

Nunca he llegado a rascar del todo qué es el capitalismo. Y es extraño que el término que define toda nuestra dinámica, todo lo que se mueve, venga de una palabra tan poco usada, capital. Deduzco que se quedó el nombre asociado al destino personal, por crítica desde la otra orilla: quien disponía de un capital podía jugar al capitalismo y ser rico, quien no, debía jugar la partida a ser pobre.

Sea lo que fuere el capitalismo en sus orígenes, hoy no entendemos realidad sin crecimiento, de riqueza. Por lo que el capitalismo de facto, ha sido el sistema que ha buscado el aumento de Pib en la mayoría de países del globo. Y en los últimos años, el máximo aumento posible, a juzgar por las lamentaciones y la obsesión por el dato Pib de esta época.

Quede claro que cada individuo acude al trabajo por la mañana sin ningún plan de debatir su 0,00132 porción del pib diario. La cascada de acontecimientos que lo provocan queda ya muy lejos. La misma que ha chocado con una depresión después de 80 años. Y rápidamente el revolver del lenguaje hizo llamar crisis a ésto, porque el objetivo del Sistema se tambaleaba, pese al dramatismo de la palabra. Y todos los medios de comunicación borbotean lo mismo, porque parece que la alteración planetaria afecta a la raíz, no a las hojas ni al tallo.

Y parece ingenuo haber creído que el Pib era aquello que sube indefinidamente con sistema capitalista de libre mercado mediante. El descenso de Pib parecía una quimera.
Pues bien, mucho parágrafo, y poca palabra Bancos. El sistema capitalista se ha convertido en un sistema tal vez desatado, que busca el máximo crecimiento, y lo hace intentando ahogar el ahorro. Expliquémosnos. El ahorro es capital sí, pero capital parado, capital que podría crecer. Si todo el excedente circula, todo el capital rinde, la gasolina es máxima y el automóvil va a tope. Leáse, el Pib echa humo.
¿Y quién hace circular el ahorro? Los bancos claro. Los bancos son esos señores afortunados que reciben nuestros ahorros, y hacen negocio con ellos. El sistema capitalista en boga no ha sido nada sin su subsistema financiero. Ser banquero es una vocación dinerista, un trabajo que hace dinero del dinero. A veces del ingenio, a veces con una calculadora, y aquí está el problema.
No es que se haya marginado el ahorro, ya que ahorra quien quiere. Pero el Sistema hace que se borre del mapa. Consumismo aparte. Uno ahorra, deposita su dinero en una entidad bancaria, y allí, por arte de magia capitalista entra en las entrañas de un sistema que transforma el ahorro de unos, en inversión o deuda de otros. Mi dinero, mis billetes con dibujos, pasan a ser de otros por un tiempo y en una dimensión paralela, y yo pseudoacato ese chanchullete porque ya de pequeño me llevaban a la caja rural y porque no ha pasado hasta la fecha ningún accidente gordo en el país, y Javier, el director de la oficina no tiene cara de mafioso hijoputa. Y por eso nos dan cuberterías claro.

Luego viene el consumismo. Si queremos que siempre crezca el Pib, si queremos Iphone 7, y 9, y grafeno, aparte de poner toda la gasolina en circulación, se ha de gastar toda y volver a poner. ¿Seguro? Yo tenía vacas en mi pueblo que con tetas enllagadas no daban leche.
Pues que inventen, los frikies esos mal pagados de la última fila, los listos y mansos, los científicos, que inventen.
Y el capitalismo, osease, el mundo, entonces es una carrera hacia delante. Que dado que somos una especie animal, es de lo mejor que podemos hacer como grupo.

Pero volvamos a los Bancos. El lugar donde se planta dinero. Todos olemos que aquí está el problema...

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