lunes, 2 de enero de 2012

El ruido del hashtag


Manzanas y peras. Facebook y Twitter. ¿Quién es quién?
Hoy en día existen dos modos vigentes de relacionarse en red, dos modos diferentes, con una satisfacción de usuario siempre adosada.
Facebook ha sido el mainstream, el inventor de la palabra “amigo” en el siglo XXI, aquellos entes que crecen, como un pelo en la pantalla de uno, y son recortados trimestralmente con nuestra cosmética de dictador de metro cuadrado.
Twitter ha sido el de la zaga y ahora es el aspirante, el inventor de acercar “celebridades” con españolitos y neozelandeses normales, a la vez que ha descubierto que Internet también puede chillar. Hashtag, hashtag, hashtag mediante. Y nos podríamos preguntar hasta qué punto en el Benito Villamarín no se hacía lo mismo con las almohadillas arrojadizas de toda la vida.

Me jugaría tres shekels a que Twitter continuará su fuerte galope, y acabará de atrapar a Facebook en notoriedad. También que la gente creerá que Twitter es una socioherramienta mucho más útil que Facebook, cuando podríamos echarnos unos gritos concluyendo que útil, útil, es la mitad de una.
Pero, siempre queda muy prohumano para el periodista de turno, creer que las nuevas olas de progreso que llegan son un avance, un click original rompedor, útil, anónimo, y hasta revolucionario. Entonces empieza el mamporreo, sic. “el poder de las redes sociales” aquí y allá... que casi aparezca un “hashtag y su potato family” como personaje del año en la revista Time... y que las televisiones intenten salvar sus parrillas con donación de hashtag de las masas.

Unas de las cosas que más llama la atención de la raza anónima-mitad del planeta Twitter, es por qué los famosos pierden el tiempo contestando a fulanitos aduladores y menganitos que los odian. Twitter es en mucha parte ese circular de espermatozoicos mensajes de anónimos, rozando las orejas de gente que ya ha llegado, a la notoriedad social. Y una "mención de", muchas veces es el momento feliz de “yo una vez charlé con...”.

Nada que ver con Facebook no? Allí la cantidad de amigos notorios es cero. O es mil, si atendemos a la ambición de notoriedad de los status de los colegas. Facebook puede acabar siendo muy prescindible, hace gracia descubrir a tus amigos por la vía de la pantalla, pero pasada la novedad continuarás quedando a tomar cervezas cara a cara con los que todavía no has exterminado.

Y creo que esto de las redes sociales, Facebook, Twitter, hashtags, status, son herramientas de notoriedad masiva. Son calles despobladas en el centro de las ciudades, sin caras, ni voces, ni olores, calles asépticas donde plantar mensajes cómodamente en medio de la gran multitud de ojos. Nadie habla del ruido del hashtag, del ruido de Twitter, y cándida o estúpidamente vemos que un hashtag con tetas es un trending topic.
Como siempre, en definitiva: la admiración es lo que da sentido a seguir a alguien, la tecnología permite acortar distancias insalvables, y el formato, lenguaje escrito, elimina muchas plumas coloridas y limita todo, a un contenido más tirando a inteligente.
En fin, viva twitter, con su tecla de bloqueo como libertad, no contaminante

2 comentarios:

Yves dijo...

Buen post! Sí señor!
A ver, suelo usar ambas plataformas, me encanta el sentido social (diferente) que han (re)creado. Pero...
Primero de todo, creo que no debemos comparar el quedar con alguien con el postear con alguien, sea en un bloc, en el facebook o mediante un twit. Son cosas diferentes, nada que ver la una con la otra, por lo q compararlos es negarlos.
Después, creo que twitter está ahor amás de moda, se usa más. Lo que no significa que sea mejor, ni peor que facebook. Está claro que romper la ley de los seis grados de separación es algo muy impactante. Facebook lo rebajó a cuatro pasos, y twitter lo ha reducido a uno. Quieres decirle algo a Piqué? Lo tuiteas y ya está... Quizás éste sea el éxito de twitter, acercar la gente al famoseo.
Por último, me gustaría defender el facebook como algo perdudadero, aunque sé que no lo será. La gente se ha cansado, como bien dices; pero mantener vivo el contacto con quienes están lejos, saber de ellos... o con quienes están cerca, pero ves sólo una vez al año... eso es bueno... claro que es mejor quedar y tomar cervezas; pero no nos engañemos, si quedamos a tomar cervezas los cinco primeros minutos sí nos contamoss cosas generales, pero el resto son para hablar de estupideces que hacen grande el mundo.
Ciao pescao!

I felicitats pel post, m'ha agradat molt.
Otr

Jordi Santamaria dijo...

Merci Yves, però comenta en català si vols, jo escric en castellà perquè em van criar en aquesta llengua.

Fent start-up-ficció, a Facebook i Twitter els hi falta alguna cosa per ser complerts, s´ensuma que poden aparèixer encara "terceres persones", i seria bo. Salutacions!