miércoles, 29 de abril de 2009

Carta a las impresentables Mónica, Carmen y Bárbara

Caray aquí sí que acabaría siendo escritor, otra vez despierto a las 6 de la mañana, y con una media de 4-5 horas de dormidera diaria, como si un proustismo en mí, afección psicosomática, hiciera robarle al día barcelonés 2-3 de las horitas de sueño, para así aparecer esta faceta escritora constante. -Os habéis fijado como es de difícil a veces leerme?
A causa de las ideas sí, surgen caminos abstrusos. Pero tampoco soy un escribecosas destacadamente limpio, de redacción impoluta, a lo que aparte de caminos tortuosillos y desfiladeros emocionales, se pueblan de arbustos lingüísticos, con bayas que despistan y alguna que otra espina escondidita. Total, pistas sólo para excursionistas sí, cribadas, con cierto nazismo de la papanatada de salón.
Conocéis a mucha gente con veneno? No hablo de minucias, sino de un aspecto veramente demoníaco en la gente, con capacidad homicida, así de fuerte. Espero que no os parezca que yo soy una cobra en ese sentido, porque mi piel dista mucho de esa aspereza constitutiva, y suelo ser cordero. Pero soy un cordero venenoso. Si alguien me busca el veneno me lo encuentra, y como todo veneno, tiene su vertiente letal y necesitada de antídoto.
El veneno de la gente de bien, buen tema para debatir... [en la II República faltó ese veneno humano para predefenderse de la horda demoníaca y de voz atiplada -jeje, un antidemonio o demonio lúdico- que apareció después].
Ayer descubrí las vacaciones dentro de un viaje. Cuando, tras sólo 4 días de zascandileo cognitivo, la cabeza pide un receso y te manda a un hotel occidental para navegar por internet, ver el Barça-Chelsea y hacer vida de adolescente occidental un buen rato. De hecho, los humores con Eduardo, nuestra intrepidez, y nuestra buena dosis de superficialidad permiten ir trotando con este universo extraño. Tampoco hay que ir de exploradores románticos de lo humano en este blog, como a veces parece que sólo expreso. El que habla es un tipo normal, hijo de vecina, con perro, veneno, pajillas, aire acondicionado y todo lo demás.
Los humanos tampoco paramos de juzgarnos constantemente. El juzgar es un acto breve que consiste en sentenciar la parcialidad del otro. El insulto es una caricatura del juicio, todavía más esquematica. Carmen diría que el amor es tomarse todo el tiempo del mundo en conocer y valorar al otro, y yo le digo -que sí, así es. Por eso digo que los humanos estamos tan mal hechos, porque sólo amamos a uno/a así, y a veces hasta ha de ser guapo/a, o que aprenda a dejar el tubo de la pasta de dientes cerrada.
Mami Zenaida me cuenta su vida por las mañanas, con esa voz flojita, continua e inalterable, toda una frecuencia de radio en sí misma. Y demuestra que ella toda también es inalterable, en toda la profundidad del término. Me habla de las relaciones que ha tenido, y a sus 60 años, con su conservadurismo para otras cosas a flor de piel, en el tema del amor en pareja supera a mucha gente que tenemos 30 o 20 años. Parece asumir la caducidad de las parejas, más diría yo, la caducidad de toda pareja. El "para toda la vida", ese querer un poco gula, ella parece haber aprendido que hasta la biología afectiva entre dos hace tal extensión temporal más que improbable e imposible. Como Joaquín Sabina en su biografía, en este caso un crápula ejemplar y genialoide, se asume el inicio y el fin de una relación de 12, 8, 15 años. Una carrera de medio fondo, con hijos incluso, nacida cercana a la estepa de los 30, con todo su sentido y amor entregado, un casamiento y proyecto común de vida en toda regla, pero con su finitud y paso, paso de trasatlántico inmenso, de esos que cojemos 2 o 3 en la vida. Aparte vivir con un "para toda la vida" tan claro y lacrado, resta mucha audiencia y emoción a la película, si no que se lo digan a los miles de parejas que se están separando en el mundo a lo largo de los párrafos de este post.
Así de joven es mami Zenaida en el inicio de su tercera edad, admirable.
Uno no quiere estar en una relación y pensar que no es para toda la vida, como uno no quiere vivir y tenir que morirse. Pero mi abuelita me decía que tenía ganas de dormir, de descansar, y me lo decía no como un cuento a un joven adolescente, sino existencialmente, en un heideggerianismo espontáneo de abuelita entrañable de toda la vida. Me imagino que llega un momento a las cosas donde ya no se puede vivir más, donde toda la potencialidad ha sido desplegada, y uno siente que aquello se puede morir en paz, porque parece que la paz sólo llega cuando todo está hecho. Larga vida a toda la historia pendiente, y viva el místico que en toda limitación humana ve la alegría de saber que todavía queda mucho programa por ver, entonces a este mundo le quedan milenios y milenios de historia pendiente. Espero que algún gusano nos la cuente, jajaja.
¿Y cómo es Mónica? Mónica es una delgada criatura, de esas fibrada por las inquietudes y los nervios. Una madre heroica de las que dan ejemplo y son 24 horas madre, en esta versión post-franquista de nuestras madres amas de casa y de la supervivencia de la familia, madres con padres esculpidos en un taller de hielo, en su caso no les quedaba hielo y se pasaron con el serrín. También tiene el ejército más letal para conquistar el corazón de los otros, un continuo asedio de ejemplaridad en su conducta, un 9.999 gimnástico que le sale, día sí día también en no-quejas de quien comparte su vida, un historial intachable crónico de todo lo que el otro puede pedir, una capacidad de amar de gota malaya :). No como yo que me olvido hasta de la rosa de Sant Jordi (alego que me fui el día 23 a las 8:30 h de casa, pero otro la hubiese comprado el día antes lo sé). Y sí, y también tiene sus defectos, y hasta ronca, jeje, pero mira que casualmente con ella he sido feliz, y encima aporta una niña que parece haber sido tocada con una varita mágica.
Me doy cuenta que estoy haciendo el post hablando con 3 personas (los títulos casi siempre los pongo a posteriori), que ya saben muy bien ellas quienes son, ángeles de Charlie. Nunca he creído en la literatura universal, y sí en la literatura íntima entre unos pocos. Escribir, como todo acto en la vida, tiene su sentido en un ámbito abarcable, íntimo, reducido. Escribir para todo el mundo no tiene sentido, nadie lo hace, y muchos de los que lo hacen buscan la gloria. La gloria? la de los cielos? la de la posteridad? por favor, tienen glorias menos abstractas? Dudo que un escritor universal haya sido feliz, es más, tito Hemingway se pegó un buen tiraco en la sien. Así, que Mónica, Carmen, Bárbara, qué me contáis? ... en esta obra epistolar entre 4 jovenzuelos, el Círculo de Levante (por geografía)...
No sé, también imagino que escribimos en escaparate bloguero para ver si se unen otros, tenemos la puerta del vagón abierta, asi que un abrazo fuerte a todos!

5 comentarios:

Jordi Santamaria dijo...

Intentare de poner canciones entrañables y locuelas q ambientan cualquier estancia en Cuba, para atmosferizar. Chan chan, Candel, Pura matematica, etc...
Ok?
Lo q la conesión e tan lenta q e dificil la empresa hermano, e otro bisne

Mònica dijo...

La vida es una selva!!! Hay corderos venenosos y hienas de colores desesperadas...pero no hay nada peor que alguien intentando hacer daño y sin capacidad para ello, se ha de ser fuerte emocionalmente para luchar con alguien intelectual y/o personalmente superior, no ofende quien quiere sino quien puede.

Las parejas caducan, o mutan?
Son las parejas las que llegan al fin o es nuestra capacidad a cambiar la forma de amar con los años la que es inmadura para evolucionar con la pareja?
Creo que puedes equivocarte de persona y entonces la pareja no la salva ni una visita a Lourdes, pero creo en las parejas compatibles para toda la vida, con una vida en común basada en el respeto, eso sí claro, aceptando que la pasión y esa imbecilidad inicial marcharán y dejaran paso a complicidades, charlas, y secretos comunes...quiero pensar que es así.

Y ahora si chaval te lo has ganado...
Y como es Jordi? Jordi es ese que se olvida de comprarme una rosa por Sant Jordi (ya puedes alegar lo que quieras), pero también es el que me prepara zumo de naranjas sanguíneas por las mañanas, el que me lee o me habla por la noche hasta que caigo dormida, el que se va de viaje y está más cerca que nunca.
El padre que todo niño/a querrían tener (por eso Alba te echa de menos) el que nunca le falta tiempo para dedicárte/selo, el que remonta problemas con una facilidad pasmosa dando un ejemplo de valentía, el que llena de vida ese vació generado por tanto serrín...
Y tras tanta mantequilla y en defensa propia debo decir y digo, que yo no ronco (bueno al menos yo no me oigo) y si lo hiciese no sé cómo me podría oír porque lo suyo sí que son ronquidos jejejeje

Muchos besos a Jordi y al resto de protagonistas de este post...

PD: me voy a ver OT y luego muchachada

carmen dijo...

Oye, querido, que vas a confundir al personal...Que nos adoras, por lo menos a una mucho mucho...
Somos supermaravillosas y buenas a rabiar, y hablo por las tre!!!En Cuba no existen estos ángeles de Charli!
Y suscribo lo que dice Mónica a la que le sobra sensibilidad, educación y bondad!

Violeta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bárbara dijo...

Hola Ángeles, hola Charlie!
Qué bonitos retratos habéis hecho el uno del otro, Mónica, Jordi, se nota que hay algo hermoso entre vosotros, tan hermoso que no le pondremos nombre.
Supongo que uno está en una relación con vocación de eterno pensionista, pero a mí me funciona(digo me funciona porque tras leerte descubro que mi relación está a punto de hacer crack, al pasar la barrera de los 12 años...), digo me funciona pensar que puede romperse en cualquier momento. Una es así... basta que decida ponerme a régimen para engordar, basta que decida dejar de fumar definitivamente para fumar el doble, así es que intento no condicionar mi voluntad, no marcarle demasiado el camino, engañarla en fin, para que me conduzca a donde quiero ir.
A Carmen ya se lo dije, os lo digo a vosotros ahora: estaís invitados a Valencia cuando queráis a un campeonato de ronquidos, en el que me temo me tocaría actuar como juez insomne... (vivo con un tetracampeón mundial, advierto...)
Y Bruno estaría encantado de conocer a Albita, con lo que le gustan a él las nenas...
Besos a los cuatro.