domingo, 24 de agosto de 2008

INVENTORES DEL AMOR

La única condición para que siga escribiendo, es que mi vida no tenga límites, que yo siempre crea que intuyo mis fronteras, los finales de mí mismo, y que en una tarde inesperada me vea cayendo al vacío, en un territorio de mí nuevo que todavía no tiene suelo. Así nace una voz que susurra palabras, y crea puentes, y nombra cosas invisibles

Porque en la vida hay cosas que pulverizan los ojos del pasado y del presente, doblegan la lógica y el suelo, esfuman las expectativas y pudren los sueños. Es como inflamarse a la mitad el guión de nuestra vida, y poner a empezarse otro, mecánica y desangeladamente

El otro día germinaron semillas de imposibilidad ahí en medio de nosotros. Donde no había ya espacio, ni aire, ni siquiera un hueco. Que la imposibilidad germine es algo que rompe mis suelos, mis juguetes y mis techos. Algo que había muerto, sin antes haber vivido, resucitó de entre el vacío. Y es entonces cuando me veo cayendo al vacío donde ya no existe el suelo. Más allá de la lógica, existes tú; más allá de mí mismo, empiezan tus ojos de antesdeayer; y después de ellos viene todo ese destrozo tan bonito a todo lo que intento aferrarme, esa destrucción masiva de cualquier atisbo de mi ego, que tanto me duele, que tanto me lamo, y que puede ser que estés empezando a intuir. De vez en cuando aparece esa voz nueva, como un yo recién hecho, capaz de hacer crecer una planta de imposibilidad. El mayor ateo que cree en los milagros. El loco que aparece en tu escalera y se va con tú sonrisa y la mía

Me fui con la mayor felicidad del mundo por haber vivido lo imposible, de la forma más grande y posible de todas. Reímos, creamos, filosofamos y nos quisimos de verdad, mientras tanto. Nadie puede hacer eso juntos, en medio y después de tanto ácido llovido y dulce acordado. Inventores del amor :O
Pero enseguida me invadió el miedo solo. Porque no sabía donde estaba. Ni suelo, ni techo, ni paredes, en tu sola intemperie. No sabía quien estaba. Cuánticamente el mundo tiene 11 dimensiones. Como un bebé lloré y dolí, tras este nuevo parto de lo im-des-a-com-posible? ? Tú dices que me niego a aceptar cuando una cosa se acaba, yo te respondo que es que creo que los amores tienen un millón de vidas por lo menos

Y yo hay veces que no puedo más...
así que, me pongo a cenar, ver una peli, y recargo la misma batería del mismo tema por el que no voy a dejar de luchar. Sólo cederé cuando me tumben por KO en el suelo.
Y me levantaré.

Un beso y todo el olvido posible de mí : )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Su nombre lo decíamos en latín?

D

Jordi Santamaria dijo...

Claro Pesci, claro