viernes, 2 de julio de 2010

Tienes razón Carmen, es hora de escribir sobre la fantasía.
La fantas--- que se avecina con fantasma, que puede ser una barata Disney (ontológicamente hablando), bastardamente infantil (porque tenemos una edad), o puede ser la vela que mueva toda una realidad. Viva la fantasía que es anhelo y catapulta toda una vida hacia una meta de esfuerzo, de vinagre y rosas, como canta Sabina. El deseo es energía nuclear, que bien controlada, es la pasión que mueve el mundo.
Los sabios budistas saben que la raíz del sufrimiento está en el deseo, y me imagino que también saben que controlar un deseo es una quimera.
Carmen, deberías sondear con tu sensibilidad de pequeñaja, el mundo de las quimeras.
La gente hoy en día ya no escala quimeras. Ya no hay héroes cotidianos que funden empresas imposibles. Y eso es necesario. Sigo diciendo que especulamos con el valor de la vida. Si se quiere a la vida también se ha de ser un poco mártir de ella, si quieres que tu vida sea una historia de amor, y no un programa aburrido de televisión para masas. ¿Y qué es el romanticismo Carmen? Escribe también sobre eso. Entendido como en el 18, encarnado, a lo Sturm und Drang. ¿No tiró por cierta borda Bécquer su vida, como la tiraban entonces los artistas? No por ello, aún desearíamos ser Bécquer? Ser ese ser de tamañas resonancias líricas, monstruosamente únicas? Hoy en día poca gente apuesta su vida por algo. Apostar, entregarla al destino, que no existe pero se forma mientras hablamos.
Porque la vida puede ser maravillosa, puede ser un terremoto de emociones que martillean a cual más profunda, más sabia, más lúcida. Sin estresar, en una cascada que es un regalo. Y así sí que se justifica el amor, la entrega al otro, por mero agradecimiento por la vida.
Viva la religión estética, inmanentista, viva cada esquina que no demuestra la existencia de un ser superior, pero lo equivale, este mundo es panteista, claro que sí. :)

1 comentario:

carmen dijo...

JORDI:
Si el hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos, seamos inmortales!
El deseo es la fuerza que mueve las velas, claro que sí! pero no sé si para desear es necesaria la fantasía.
Quizás yo pensaba, al escribir, en los "fantasiosos "que no mueven las velas ni a empujones, que están sentados en el barco "soñando" mientras hay quien les arregla la vida y quien se rompe el espinazo entre rayos y truenos, con la cara empapada y con el deseo y la pasión por la vida, consumiendo adrenalina a raudales.

Pequeñaja siempre, y es que nací en abril... sintiendo que todavía algo merece la pena, y siempre al borde de la "lírica del precipicio" y del precipicio real. Sabiendo que el dolor es terrible a veces, porque dejar que la realidad te acompañe y sentirla en quienes uno más quiere claro que duele .
Los héroes son los catalizadores de la humanidad, y lo decía Bergson. Y decía, como tú, que ya no existen, por eso en la sociedad falta algo muy importante: su generosidad valiente, arrojada. Al lado de personas con esa fuerza uno siente que todo es posible.
Pero los héroes pisan el suelo, y desde él se elevan
No están con místicas ojaleteras, actúan.

Quiero ser yo misma quimera. Vamos a contagiar ese deseo de ser quimera

Pensaré en el romanticismo. A ver qué sale...