martes, 16 de marzo de 2010

Barcelona, posa´t lletja

Cada vez que uno pasea por Madrid se queda algo perplejo. Se proviene de Barcelona, se está en una ciudad equivalente en tamaños, significancia y dimensiones. Pero en las distancias cortas son dos paisajes muy diferentes.

Se puede malinterpretar sí se suelta que Madrid es una tasca con calles. Pero la imagen para un barcelonés puede tener su sentido. Venimos de la ciudad bonita, la que el ayuntamiento ha cuidado con esmero para que sea una postal continua y diversa para quien la transita. En Madrid hay un descuido estético muy pronunciado. Les dan igual los rótulos viejunos de los cincuenta, los hechos con letras de esas que tenías que subrayarlas con lápiz y se enganchaban luego. En Barcelona eso es pecado, ahí hay que renovar, diseñar y dar una imagen agradable. Diseño, diseño, diseño. Un local viejuno en una calle céntrica es señalado.
Diría que Madrid tiene la suerte de no sentirse para nada acomplejada por ser gorfea. Y Barcelona tiene la esclavitud, bastante institucional, de arreglarse dos horas cada día ante el espejo. La cañí y la estética. Luego vendrán las consecuencias.

A las pocas horas de estar en Madrid, uno también se sorprende de cierta generosidad y diferentes precios. No sólo el del metro, si no la diametral diferencia en la restauración. Aparte que en Cataluña no regalamos nada, las raciones también son más de diseño y menos en cantidad. Siempre me ha costado creer eso de que en Madrid cada noche se puede salir, sobre todo porque Barcelona de noche entre semana es Sosería city, y que venga alguien a defenderlo. Seguimos el hábito europeo de trabajar y dormir entre semana. Puede ser que en la fea Madrid se viva mejor, y en la bonita Barcelona se curre mejor, paso de tópicos, pero algo se apunta. A mí, tras 33 años en Bcn, no me importaría irme, quizás no encontraría una ciudad tan grande igual de bonita, pero uno busca vivir más que hacer fotos. Desde los 80 teníamos campañas de "Barcelona, posa´t maca", hoy en día nos salimos, tenemos un pibón como ciudad, algo tan poco carnal como el cemento, y ni siquiera los ingresos por turismo son los que deberían ante tanto exquisitismo estético. Así que quizás son tiempos de un "Barcelona, posa´t lletjota", aféate, simpáticamente, invierte en intangibles, en vidurria, olvídate del espejo por un rato.

4 comentarios:

Mònica dijo...

No debería ser incompatible belleza y vida, pero normalmente es así las casas con más vida están normalmente más revueltas, casas en las que un fashion-victim no podría vivir por que concibe su casa como un lugar impoluto, sin desorden posible, cada cosa en su sitio.
Puede ser que hayamos convertido a barcelona en una ciudad fashion-victim, con una estética genial, todo armonía cuando paseas por sus calles, y eso tiene un precio, quizás la falta de vida en ella.
Pero también es cierto que a veces pasear por Madrid duele a la vista, y hay cosas que parecen de película de Maco Martínez Soria, pero Madrid está más viva que Barcelona.
Tendremos que proponer las campañas "Madrid, ponte guapa" y "Barcelona, espavila".

Anónimo dijo...

este post es bastante bueno

DAviD dijo...

Bueno creo que Barcelona se conocia como el Manchester del Mediterraneo , y eso era por su sector industrial , de hecho aproximadamente donde esta el Maremagnum era todo una zona de tinglados , almacenes y la vila olimpica pues de vila no tenia nada . Por lo que parece tomaron el ejemplo de Glasgow que era una ciudad que grabitaba enteramente alrededor de los astilleros , hubo una reconversión industrial y gracias al año europeo de la cultura Glasgow destino cultural , Barcelona después de decenios de ser una ciudad industrial se reinventa en ser una ciudad turisitica y de servicios , si los turistas vienen almenos que tengan cosas que ver parece ser el leit motiv de vuestra eminencia de ESADE, eso si yo algunas veces me pregunto el trasnbordo en el metro es atraccion turistica ¿

Robe dijo...

Anónimo dijo...
este post es bastante bueno

18 de marzo de 2010 02:32


(el comentario es cojonudo..... aporta tanto como el mío)