domingo, 28 de febrero de 2010

Domingo antes de ir a la piscina

Un peazo tatuaje tribal en la cocorota, en plena calva, sin ropa que lo pueda disimular.
Y un día aparecer en la tele, y susurrarle a cuatro millones de personas que me voy a suicidar el domingo, mientras en el bar de abajo sirven el último bocadillo de calamares.
Esta es la nueva novela no escrita de un tal Coto Matamoros, no, el nombre tampoco es novelado, se llama así, zumbamagrebís.
Qué paranormal es todo... suelta la otra en una frase de Spanish Movie.
Y Jorge Javier Vázquez al menos hace bandera de todo esto y lo rotula "neorrealismo televisivo", con toda la jeta, si hay que robar al menos que sea con arte, y es de los pocos que se salvan en esta multinacional rival de Telepizza, pero que en lugar de Hawaianas entrega basura y detritus a domicilio. La tele es una mierda, Calderón de la Barca.
A pesar de todo la consumimos, pues una imagen vale mucho más que muchas cosas, y somos una especie que se alimenta por los ojos.

La televisión es una parrilla, y es una especie de mundo paralelo que irrumpe en el siglo XX y cambia la faz de la Tierra para siempre (continuará)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi cada dia em fa més por tot aquest tema... estem creant monstres... els nens ja no volen aprendre, volen sortir a Gran Hermano...
Yves

Mònica dijo...

Jo no sóc una nena (ja m'agradaria) però vista la rentabilitat de sortir a Gran Hermano a vegades m'ho plantejo.

Anónimo dijo...

però tens cervell, no? Hem de creure que surt molt més a compte pensar que guanyar diners... tot i que el futur ens portarà la contrària...
Yves