Humor convenido

A mucha gente les gusta Monty Python, el humor negro, el humor inglés (yo entre ellos), y no todos-pero unos cuantos lo publicitan anchamente para que quede claro. Yo sé que lo hacen porque se dan cuenta de que logran entender ese humor, saben que no todo el mundo puede, y es vanidad para ellos sacar la cabeza por encima de los semejantes.
Pasa lo mismo que con la paradoja de las Noticias de la 2. Quedaba bien decirlo, nos daba un lustre cultural aunque lo hubiésemos visto 3 o 4 veces.

De la misma manera, decir que Manos a la obra te atraía, que Fiti-Raúl-Josico de los Serrano es la santa trinidad del humor patrio, o acercarte a Gran Hermano o similares, es condenado por el mismo mecanismo de psicología social del anterior párrafo. Pero sí son unos vulgares! Si es una serie para tontos! Ayyy, amigos con másters de vulgaridad del día a día, no me queráis comer ahora con los cubiertos del pescado. Las gesticulaciones de Benito Lopera Perrote, su surrealismo, van mucho más allá de su gorra y ropas de paleta. Y yo aimsorry, creo mucho más en Fructuso Martínez, que en cualquier personaje de novela idolatrado o en cualquier Dios del rastro de la espiritualidad actual. A la gente no suele gustar verse cuando aparece su alter ego por la tele, aunque éste tenga más gracia.

Hay un tipo de humor intelectual, que por deformación se llama inteligente; y un humor visceral, que por deformación lo acapara Chiquito de la Calzada.
Y en esto del humor, actualmente la bestia parda para mí es Berto, que está en un estado de gracia tremendo. Llegó feote y sin hacer ruido, y ha acabado supliendo al Señor Buenafuente.
Ah y aprovecho. Sardá, véte con tu puta mierda y billetes a otra parte.