lunes, 12 de octubre de 2009

Pues con algo en la cabeza

Debe haber amontonada una pelusa esférica de temas pendientes en medio de mi cabeza, hebras y briznas perdidas de asuntos a los que les sentaría bien un ventilador de voz para desatascarlos un poco. Voy a escribir en ventilador lírico sobre briznas de cosas, ahí va...

Las películas de época chirrían en lo impoluto que parece todo: limpias calles, uniformes impecables, palacios perfectos, clase baja como arreglada para el film. Luego sales a tu calle de metrópolis futurista, y te chirrían las desperfecciones de lo moderno: paredes desconchadas, chicles en las aceras, basura manifiesta, vestimentas descompasadas. Te invade una atmósfera de Blade Runner, de modernidad corrupta, de umbral urbano apocalíptico, que es fruto exagerado de la mitología hollywoodiense. Existe esta mitología en pleno siglo XXI, como buena perversión de los raíles cabales de las cosas: el amor perfecto y poco sudado, la belleza-fachada sibilina en todo, la magnificación de lo esplendoroso y refulgente como vida en fuegos artificiales... iluminan las pupilas en los cines de millones de almas, e inoculan la creencia en la Vidabonita.
Hoy en día se podría formar otro polo cinematográfico que plantase cara al monopolio masificado made in Hollywood. Otro sello, marca, nombre, foco, con posible sede en Europa, que aglutinase a varios directores y productores reputados, que se distancian de la sociovisión de esa mitología imperante. Importa tener un núcleo productivo, pues facilita las creaciones, las ayuda a reconocer y crea consumidores fieles, sea racional o irracionalmente. Una futurible "ACME" frente a la clásica "Hollywood", con sede, estudios, premios y demás, podría hacer que mucha gente se desheredase de consumir historias hollywoodienses y hasta darse cuenta que ellos tampoco eligieron esa fidelidad.

Y tras mucha pelusa encaprichada en hablar de cinematografía, quiero mentar y reconocer a esas personas anónimas y modestas que labran blogs semana a semana, con intención de que sus palabras sean percusión y trabajo para mejorar el estado de las cosas. Que intentan abrir zanjas y caminos, porque de nada sirve hacer pasar/leer a la gente por caminos manidos, es más una neurosis quien hace repetir a la gente conductas requetedichas, como quien se rasca, como quien tiene un tic. Sin originalidad no hay cambio, ni superación, ni seducción. Y de las pocas interlocutoras de este blog, Carmen es una de ellas, que se esfuerza por hacer llegar mensajes trabajados, sentidos en alambique de experiencia, y saliéndose del camino heredado.

1 comentario:

carmen dijo...

Vuelvo Jordi de mis trigales ,que ahora no son tal, sino tierra por la que acaba de pasar una cosechadora...
Y cuando te leo, y te leía, cuando yo sólo escribía de verdad en tu blog, y me sentía como tierra de pensamientos en barbecho, siempre era removida por alguna idea tuya, o por algún quiebro difícil que tenía que releer. Y era feliz, me agitabas la adrenalina...Y yo agradezco mucho aquellos paseos virtuales por el monte, por los desfiladeros de la lírica. Y agradezco que entres a mi tertulia y me sigas ayudando a seguir pensando, a no dar nada por cerrado...

Y si tu idea de cine europeo se hace realidad, escribiremos un guión juntos!
Gracias pocholo!