miércoles, 24 de octubre de 2012
La época del llenado
Y cuando un escritor no es su gajo creador, cuando no oficia, qué es?
Reposta experiencias. Load mode. Carga la batería creativa.
El sistema eferente del creador se precipita en escritos, música, pinturas, según el dominio de sus lóbulos cerebrales. Una vez que ha decidido abrir el portón hacia afuera, que decide compartir públicamente sus precipitados, aquello digno de ser moldeado con la mente, construido y escenificado, es acometido con actitud profesional para producir/parir una nueva criatura artística.
El sistema aferente son todas las radiaciones del mundo hacia el creador. Todo aquello que le llega y le moldea a él. La época o fase de llenado debe ser muy importante. Es el bombardeo previo a la explosión creativa. Un hipotético experimento podría criar al hijo de un artista en ambientes de salas de laboratorio, música chill-out y jardines zen, y tal vez después comprobar su escritura llorando todos los árboles que no tiene y reprimiendo un barroquismo fantasma redentor.
El día vierte en nosotros, los años nos han tematizado, las personas si no musas nos hacen los coros, la televisión puede que nos haga dormir el músculo creativo, que también necesita regenerarse. Las madres bombean ancestralmente todo, el clima nos ilustra, las comidas amansan la fiera y regulan el instinto, las lecturas nos delimitan la región de nuestro pensamiento...
Todas esas sales van girando en solución, son los ingredientes de cada acto creador, hasta que van precipitando en estas líneas, secándose en literatura.
A veces la vida de afuera y la peripecia escrita, tocan en la misma orquesta, se acoplan, hacen sinergia, forman círculo virtuoso, y se retroalimentan. Otras veces desafinan y se apagan.
Es la época o fase de llenado, la etapa de no-escritor de los días, el prefiltro del emisor de palabras, o todos aquellos depósitos fluviales de la infancia guardados en nosotros, el museo emocional de la adolescencia de cada uno, y los sedimentos que la pausada vida adulta va dejando en sus meandros.
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