Días en que me alejo del labrar escritura, labrar el lenguaje, removerlo y dibujar líneas o grutas en él. Días de insipidez literaria, con un trotado viaje a NYC de por medio, la ciudad a patear, la ciudad que cansa y llena a la vez.
Días en un mes, de trabajo de artesano chino en la bolsa, mes que equivale a tres meses normales. Porque a mí no me pagan por escribir, me pagan por otras cosas, y ser un filosófo que quiere ser psicólogo mientras poetiza, tiene esas cosas, no sueles tener casillero donde posarse una nómina, ni hay zoos para según qué raras avis.
Y con la insipidez de estos días me estoy volviendo pop. Cualquiera que abandona un camino propio a la mitad, se vuelve pop, y quien no lo empieza, pop de otros. Una persona pop tiene un toldo en la cabeza toda la vida, no sé. Pero a juego, eso sí.
El post sosea y amenaza con quedarse en borrador. Las ideas, que las hay, siguen agazapadas intentando no trabajar hoy. Las violento sentenciando que voy a hablar de... música.
Y el post se quedó quieto, dormido, sin llegar a llorar al nacer.
miércoles, 25 de marzo de 2009
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