Post de a dos, como una canoa, sentado en el sofá, copa de vino reposando en la oreja del sofá, y M. en la otra oreja zapeando. Sobre qué voy a escribir, todavía ni lo sé. Pero cuando se tiene blogorrea uno es un extrovertido literario.
En la tele, Gran Hermano, undécima edición. Unos 150 tipos deben haber sido reclutados ya para el programa, a este paso será una especie de mili la telerrealidad, en que tarde o temprano te toca ir. Nunca iría a estos programas-escarnio, pero pagaría algunos chelines por verme allí observado durante tanto tiempo. ¿Es una experiencia más? Pues claro, diferente y explorable. Bonito zoo de los humanos creo que siempre ha sido.
Veo mucho la tele. Y mucho es mucho. Suelo aprender poco o nada de ello. Pero me entretengo. Precioso verbo y vocablo entretener. Un no tenerse, una sala de espera amena, un entretiempo liviano, paréntesis y nada aliñada.
Este post es flojete, recauchutadete, naufraguil o eso, de entretiempo, entremés, o aperitivo.
¿Alguna vez un libro será realizado como una película de cine, con la intervención de decenas de personas? El escritor, uno y trino, podría al final de su obra lanzar unas líneas de créditos con todas las variadas funciones que realiza: elaborador de la trama, paginador estructural, corrector de estilo apelmazado, administrador de signos de puntuación a largo plazo, costurero de giros narrativos, arquitecto de subtrama paralela a la historia principal, relaciones públicas con sus protagonistas, gestor de farmacopea creativa, diplomático en misión con los editores, pared para lectores perdidos y pesados, e te ce, etc.
No me extraña que la mayoría de ellos acaben hartos de vino, osease, alcohólicos, drogodependientes o psiquiatra dependientes. Mucho jaleo tú. David Trueba, ese ser que admiro y que tantas veces viene a cenar a casa (juas), escribe poco o lo justo, porque alterna la refriega solitaria, con el trabajo coral y cálido de una película. Imagínense un largometraje rodado, ideado, post-producido todo por la misma persona y su primo de Alpedrete. No puede ser. Esto de la escritura es una mala carrera para la salud. Tendremos que probar suerte en otro mundo, no sé, a ver qué marca mañana la brújula de los futuros. Mañana os lo digo.
miércoles, 20 de enero de 2010
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