martes, 24 de noviembre de 2009

Catafisica del delantero

Un buen delantero sí que debe tener un romance con el gol, él no es más que otro trabajador, pero debe acreditar en su cv que tiene gol. Que su mente calcula y maquina en décimas de segundo las trayectorias de pases, bloqueos de portero, movimientos de la zaga y remate en función del gol. Que incluso ve el gol, él o sus piernas, en una centésima, que tiene mucho intuído de potencias y espacios, antes de disparar. Que es un procesador de oportunidades.
Él trabaja en su oficina campo arriba, de tamaño irregular y mutable, y sabe encontrar la línea precisa en el reino del despeje y la dispersión. Es un culminador, un protagonista, un ególatra, un ejecutador. Él lleva otro partido dentro, es una pieza que debe tener otro diseño, que aumenta revoluciones y se inactiva a su propia manera. Él lleva otro partido dentro, una historia que se conecta y reconecta con su tempo e intensidad, un jugador que aspira siempre al trance.
Y cuando llega el maná, llega el gol, la celebración lleva su marca, el éxtasis-desfogue, orgasmo mental en ese momento, conecta el tesón y esfuerzo a la intemperie con la consecución y el sentido de todo su estar allí- Y entonces baila, entonces se estremece, estira los brazos, mira a un punto, cierra los ojos.
Y cuanto más imposible era que la destreza se impusiese a lo posible, mayor es la emoción y la dicha.
¿Qué es la felicidad, la felicidad es esto, ese sentimiento pasajero donde el cuerpo explota y la alegría se adueña explosivamente de todo nuestro yo. Un chute vivido cuando detona el cuerpo y se entra en éxtasis, se chilla... se baila... se llora... se pierden los papeles.
El hombre, es esta maravillosa criatura inconstante : )

5 comentarios:

Mònica dijo...

Hay que cambiar el título del post, propongo "Catafísica del defensa excepcional", viva Piqué!!!!!

Mònica dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=f6Tzj9ujoOg

Anónimo dijo...

I com acaba el partit?

Jordi Santamaria dijo...

Ni idea, o sea, ni idea Ni idea.

Anónimo dijo...

No et preocupis, ja te l'aniré comptant.