Cada vez veo más clara la correlación entre insomne y fecundidad literaria. Dicen que en el aire de una casa a oscuras, en el anochecer, mientras todos duermen, está todo el destino condensado en la atmósfera. Y la verdad es que en el aire de una casa quieta y oscura que duerme, parecen estar latentes cientos de cosas en tranquilo flotar. Como tal vez en las calles de Centro Habana de noche, miles de historias parecían esperar como gatos escondidos, a salir al encuentro del caminante. Hasta quizás los psicólogos tendrían que observar a sus pacientes cuando duermen para hacerse una idea mejor de ellos, porque la vida paralizada es una vida contenida y tensa en sus confines que parece respirar y emitir un lenguaje mucho más comprensible y claro.
Lo bueno de los artistas notables es que uno puede incorporar algo de ellos -llámalo aprendizaje- de ese gesto, ese regate, esa voz nueva, o esa forma de procesar la imaginación. El párrafo anterior expira cierto realismo mágico y cándido simpatizado con Albert Espinosa. Un pensar ingenuo que yo no iniciaría si no supiese que él lo ha terminado con una profundidad y sensibilidad singulares.
Este post es de los escritos en marcha, escribiendo lo que va surgiendo en el mismo momento sin ningún plan ni tema. Están los posts en borbotón lírico, que pretenden situarse a uno en sus coordenadas de destino, chequeando raíces versus rutinas y escaneando deseos versus topes. Y por último los posts que desarrollan alguna frase feliz ocurrida en otro momento.
Irán. Los acontecimientos en esa cultura parecen llegar a un punto de inflexión. Un auténtico cambio tarde o temprano acabará por precipitarse, la situación sugiere poder tratarse de un momento histórico.
Los analistas de la especie humana, como siempre, tanto pronostican una guerra civil como una democracia occidental inminente, como un talibanismo práctico perpetuo. Y en la crisis mundial originada en las subprime, tampoco pronosticaron nada cerca de lo correcto. Ante un taxista y un analista, prefiero cien veces al primero como garante de la información.
Aquel régimen ultraislamista y cerrado que nos pintaban por oposición (como lo pintan todo los medios periodísticos, dualistamente-2 neuronas-) a occidente y EEUU, resulta que estaba resquebrajado por dentro, y el férreo Ahmadineyad ahora es un emplaste artificial autorizado a dedo. Otra perla de la suspicacia del gabinete Bush acerca de sus enemigos. Una tradición muy estadounidense, de raíz paranoide, como lo fue el endiosamiento del enemigo comunista durante décadas, o lo es ahora el respeto a la capacidad norcoreana.
Dan ganas de conocer más acerca de la actualidad y antecedentes del país persa, salirse de la habitual versión oficial zoquete y primaria, para bucear en estos turco-hindúes que no son ni lo uno ni lo otro, y ahora están cambiando el curso de su historia y quien sabe si de la historia mundial, con el problema del Islam en la agenda del siglo XXI.
domingo, 21 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
El título es una jocosidad, dada la falta de título claro, alusiva al gran Edgardo Laporte
Publicar un comentario