miércoles, 20 de agosto de 2008

Campeón clandestino

El deporte es esa forma de jugar que nos llama al cuerpo, un trascendente pasatiempo y una temporal intrascendencia... osease, vida. Estamos en días de olimpismo, un resumen de la existencia sucedido en canchas y pistas, esa habitual costumbre humana de ver pasar a los mejores y esta bonita forma de competir con reglas, arte y agresividad con líneas.
Aparte de que Usain Bolt bailó yendo a 12 metros por segundo y batió el récord del mundo, que la natación ha hecho que Michael Phelps sea diez veces más despierto que Forrest Gump, hoy quiero hablar de un ausente, un eterno ausente de los medios de comunicación, que no es otro que Rafa Pascual.

Es una quimera ser el mejor del mundo en una profesión invisible en tu país, despreciada por azar, olvidada porqué sí. Este esquiador cubano, campeón clandestino, Pelé de la Nada, héroe intangible, es un superdotado del carisma de dudoso parangón en las últimas décadas de nuestro deporte, aparte claro, de haber sido el mejor del mundo, y todo, en la invisibilidad.
En esta crème de la crème histórica, justifico su oro frente a Nadal por 7-6 en elegancia, un empate con Perico y Luis Enrique en carisma ganado en el prólogo de los títulos, un gol de oro con el alter ego Estiarte por don de arrastre... una auténtica bestia que se propulsa sobre sí misma
Verle jugar era regalarse muelles a uno, mirar a la excelencia en pantalones cortos, ver pegar a un capitán general la pelota, entender qué fue Maradona para los argentinos (invisible), sentir una ilusión por actos humanos de otra clase.
Somos campeones de Europa. De voleibol.
Pero el perro aquel y la mermelada con Ricky Martin, existen más porque casi salieron por la tele, ya que la televisión no sé si os habéis fijado que tiene el poder de hacer existir o no las cosas. Crea el mundo.
... ¿de verdad Rafa Pascual existió?

1 comentario:

Verónica dijo...

Somos algunos los que le recordamos, los que recordamos sus partidos en la selección española, sus bloqueos y los mejores y más potentes remates por zona 4 que jamás he visto, bendito brazo!! su saber estar en la pista y fuera de ella, y cómo no, su gran deportividad.
Se podría decir que la selección le hizo grande y, ¿por qué no?, él hizo grande a la selección.
Gran jugador pero, sobre todo, gran persona.